Dos comités de la Cámara de Representantes de Estados Unidos han enviado una carta a la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, solicitando una evaluación clasificada sobre la amenaza que representan al menos cuatro presuntas bases de espionaje chino en Cuba.
Según el Daily Caller, que tuvo acceso exclusivo a la carta, advierten que, de no controlarse, estas instalaciones de inteligencia militar que el Partido Comunista Chino (PCCh) estaría estableciendo o ya ha establecido en Cuba, podrían convertirse en una base avanzada para la guerra electrónica, espionaje e interferencias que amenacen directamente la seguridad nacional de EE. UU.
“No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras el PCCh y el régimen autoritario cubano se entrelazan cada vez más política y económicamente, especialmente mientras Pekín trabaja para desarrollar capacidades para librar una guerra electrónica y de información que socava directamente la seguridad nacional de Estados Unidos”.
Las presuntas bases fueron identificadas en Bejucal (Mayabeque), Wajay (La Habana), Calabazar (La Habana) y El Salao en Santiago de Cuba que es la más reciente de las cuatro instalaciones identificadas, actualmente en construcción y equipada con sistemas avanzados de dirección de alta frecuencia.
Ampliación de las bases de espionaje chino en Cuba
Según un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), dado a conocer en abril de 2025, El Salao cuenta con un gran conjunto de antenas circulares capaz de detectar señales a una distancia de entre 3.000 y 8.000 millas náuticas. Estas instalaciones han sido modernizadas en los últimos años, a pesar de la profundización de la crisis económica cubana, lo que ha impulsado al país a estrechar lazos con China.
El sitio de Bejucal albergó en 1962 las ojivas nucleares soviéticas que provocaron la crisis de los misiles de Cuba. Desde hace tiempo se sospecha que alberga operaciones de inteligencia chinas. Las imágenes satelitales revelan varios tipos de antenas y la ampliación de esta base con otras nuevas y de mayor alcance.
El informe de CSIS había recomendado a Washington y a sus socios regionales “vigilar atentamente el creciente papel de China en Cuba, fortalecer las comunicaciones sensibles e impulsar la transparencia para reducir la probabilidad de errores de cálculo”. Esta carta enviada por la Cámara de Representantes al Departamento de Seguridad Nacional, insiste en la necesidad de definir la capacidad real del espionaje chino desde territorio cubano y tomar medidas al respecto.