Plantar un árbol es una de las acciones más poderosas que se pueden hacer para ayudar al ecosistema. Simplemente son un elemento esencial en la cadena que permite la vida en nuestro planeta.
La existencia de los árboles es clave para nuestra supervivencia, así como para la de todos los seres vivos. Sin ellos, el planeta sería un desierto. Las plantas y los suelos dependen de zonas forestales sanas.
A pesar de esto, la deforestación sigue ocurriendo a un ritmo alarmante por todo el mundo. Sumado a los incendios producto de las sequías, la pérdida de bosques saludables continúa. Plantar un árbol es la vía más directa para combatir el cambio climático, revertir la desertificación y recuperar los ecosistemas.