El dramaturgo cubano Jorge Ferrera anunció mediante una carta abierta publicada en sus redes sociales que rompe todo vínculo cultural con Cuba tras la cancelación de las funciones de su espectáculo unipersonal Cabalgando por el aire, programadas para los días 4 y 5 de enero en el espacio Nave Oficio de Isla, en La Habana.
En la misiva, dirigida al Consejo Nacional de las Artes Escénicas, Ferrera, hermano del popular humorista cubano Rigoberto Ferrera, responsabilizó a esta institución del Ministerio de Cultura de Cuba por la suspensión de su obra, calificándola de un acto de censura.
La cancelación, anunciada en una nota oficial de la Nave Oficio de Isla, alegaba que "no se hizo la consulta y solicitud de autorización ante el Ministerio de Relaciones Exteriores para la presentación", sin embargo, el dramaturgo cubano denunció que este tipo de argumentos burocráticos son una fachada para las acciones censoras del aparato estatal, que limita la libertad creativa y discrimina a los artistas cubanos residentes en el extranjero.
Cabalgando por el aire: Una obra de memoria y reflexión
Cabalgando por el aire es un performance que aborda temas fundamentales de la historia contemporánea cubana y la experiencia personal de Ferrera, quien reside en Madrid. Según explicó el propio dramaturgo, la obra incluye pasajes sobre la guerra de Angola, la caída del muro de Berlín, el "período especial" en Cuba y reflexiones sobre la libertad.
Ferrera describió la obra como una mezcla de memoria y creación artística, inspirada en un viaje que realizó en 1989 a bordo de un barco con 1.000 jóvenes cubanos rumbo a la Unión Soviética.
En su carta abierta, el dramaturgo expresó su frustración y dolor ante la censura. Describió la cancelación como un acto arbitrario y lamentó la pérdida de una oportunidad para el reencuentro con su público.
"Para mí siempre ha sido muy importante el reencuentro con amigos, familia y público en general. Compartir a través del teatro sin pedir nada a cambio. Lo hago en todo el mundo, ¿cómo no hacerlo en mi país? Sin embargo, este tipo de decisiones refleja una política cultural errática y discriminatoria", escribió Ferrera.
Tras reflexionar sobre lo ocurrido, el dramaturgo anunció que a partir de ahora limitará su vínculo con Cuba exclusivamente a su familia: "Mi único vínculo a partir de ahora con Cuba es mi madre y mi familia. Cabalgando por el aire seguirá su recorrido por el mundo con la conciencia de que en mi propio país se limitan mis presentaciones."
Para Ferrera, esta censura no solo impide que los cubanos accedan a una obra que reflexiona sobre su historia y su presente, sino que también perpetúa una desconexión entre los artistas del exilio y su país de origen. Como él mismo expresó, "esa posibilidad del reencuentro fue cortada en un segundo."
La censura en Cuba: una maquinaria indetenible
La presentación en Cuba iba a ser un momento simbólico, no solo para celebrar el 33 aniversario de Teatro El Puente, el proyecto que Ferrera fundó en la década de 1990 en el Instituto Superior de Arte (ISA), sino también para reencontrarse con su público cubano.
La Nave Oficio de Isla, dirigida por el actor y Premio Nacional del el 2012 Osvaldo Doimeadiós, ubicada en los antiguos almacenes de San José, expresó en un comunicado divulgado en sus redes sociales su pesar por la cancelación y ofreció disculpas tanto al público como a Jorge Ferrera, reiterando su compromiso de continuar colaborando con creadores cubanos y extranjeros en beneficio del público.
El proyecto Teatro El Puente, que Ferrer mantiene activo desde Madrid, ha ganado reconocimiento internacional con presentaciones en países como Suiza, Francia, Estados Unidos, Colombia, Argentina, Uruguay y Venezuela.
Desde sus inicios, se ha enfocado en la investigación teatral, la experimentación, el entrenamiento de actores y la pedagogía. Su trabajo ha sido una plataforma para explorar temas complejos, como la memoria histórica y las libertades individuales.
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