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Escritores | Eros y literatura en el Mundo Antiguo

Grupo de personas con trajes suntuosos y caras pintadas.
Fotograma de una escena de la película "Satiricón", de Federico Fellini, a partir del texto homónimo de Petronio.

Si el sexo no fuese la cosa más importante de la vida, el Génesis no empezaría por ahí”.

Cesare Pavese, poeta italiano

La seducción, el erotismo, el sexo, con los reclamos desesperados de la carne y sus cargas de arrebato y temeridad, forman parte indisoluble de la naturaleza humana, y, por ende, de la cultura. Si revisamos la historia de la literatura, Eros(1) aparece constantemente, puede ser sublime o feroz, tierno o severo, infantil o anciano, pero siempre, siempre es determinante.

Lo erótico, por lo tanto, es fundamental en la preservación de nuestra especie y en la evolución de nuestra Psique(2).

El sexo proporciona inefables sensaciones de eternidad e insustituibles momentos de placer. Se han llenado infinidad de páginas hablando de este tema, casi el único, por demás, junto al poder y la libertad.

La lujuria merece tratarse con piedad y disculpa cuando se ejerce para aprender a amar (Dante Alighieri, poeta italiano)

Egipto, de las piedras a la cerveza

Si buceamos en los orígenes de la literatura erótica, el Antiguo Egipto despliega ante nosotros algunos poemas románticos y un documento extraño y picante que derrumba cierto criterios acuñado por un puñado de historiadores y antropólogos acerca de la rigidez sin matices de la antigua sociedad faraónica.

Es del Egipto Antiguo de donde proviene el famoso papiro de Turín, llamado así porque se conserva y expone al público en un museo de esta ciudad italiana luego de años amordazado por la censura.

El Papiro Erótico de Turín es considerado, hasta hoy, el documento sexual más antiguo de la historia. Datado aproximadamente en el 1500 a.C., fue encontrado dentro de una vasija a principios del siglo XIX muy cerca del famoso Valle de los Reyes.

Restos del papiro erótico de Turín.
Restos del papiro erótico de Turín. | Imagen: La Vanguardia

En el papiro hay dibujados hombres y mujeres realizando actividades sexuales. Como dato curioso, muchas de las muchachas allí representadas tocan instrumentos musicales; el laúd, por ejemplo; así que todo parece indicar que en el Antiguo Egipto, como en nuestro mundo actual, la música formaba parte de la seducción, la excitación y la creatividad a la hora de la cópula.

Sin lugar a dudas, las asignaturas esenciales de ese plan de estudios llamado Vida son casi las mismas desde que tenemos uso de razón.

Desde el momento de su aparición, el papiro de Turín fue objeto de airadas controversias por el alto contenido pornográfico (3) de sus escenas. Para hacernos una idea del impacto que causó en su día transcribimos aquí las palabras del egiptólogo Jean-François Champollion pronunciadas a principios del siglo XIX. Para Champollion el papiro es "una imagen monstruosa, obscena, que me dio una impresión muy extraña acerca de la sabiduría y la compostura egipcia”.

El texto de Turín es un rollo de papiro de 2,59 metros de longitud y 25 cms de ancho.

En formato horizontal, se encuentra dividido en dos partes: La parte superior, la más divulgada históricamente, muestra un puñado de ilustraciones satíricas de animales realizando actividades humanas. En la parte inferior hay dibujadas con lujo de detalles 12 posturas sexuales de todo tipo. Dichas poses se ejecutan en el interior de lo que se supone sea un prostíbulo egipcio, una de esas llamadas casas de la cerveza que abundaban a lo largo y ancho del antiguo país.

Al papiro se le han atribuido significados diversos. Algunos estudiosos consideran que forma parte de un ritual de fertilidad, otros, menos estilizados, opinan que se trata de una antigua revista erótico-festiva, por lo que estaríamos ante la primera de su tipo en la historia; y otros, ponen su foco de atención en el componente satírico del documento, opinando que se trata de una feroz crítica social, ya que los hombres que allí se muestran, caracterizados en posturas poco dignas y siempre con calvicie, grandes barrigas y falos enormes, parecen ser altos dignatarios de la corte y el sacerdocio. Evidentemente, en muchas culturas la barriga es sinónimo de poder, excesos y desenfrenos. Las chicas son dibujadas de manera bella, estilizada y hasta compasiva, aunque exhiban poses sexuales dignas de un funambulista. A día de hoy nada sabemos de las artes de estas incansables obreras del sexo, de su forma de vida, sus anhelos, angustias y desesperanzas. ¡Todo se ha perdido! Solo queda nuestra imaginación.

El sexo forma parte de la naturaleza, y yo me llevo de maravilla con la naturaleza” (Marilyn Monroe, actriz estadounidense)

Los griegos, inventores del amor

Para muchos investigadores, autores y lectores avezados, el inicio de la literatura erótica habría que situarlo en Grecia en torno al año 411 a.C. Fue en esa época cuando Aristófanes (4), uno de los más famosos comediógrafos griegos, escribió su comedia  Lisístrata,  considerada la primera obra literaria en la que el erotismo está presente de una manera capital y definitiva en el desarrollo de la trama.

Lisístrata, que traducido literalmente del griego significa: la que disuelve el ejércitonos cuenta en clave de comedia la primera huelga sexual de la historia llevada a cabo por mujeres.

Debido a las continuas luchas que mantenían Atenas y Esparta, las mujeres de ambas ciudades deciden iniciar una huelga de sexo para que los hombres dejen las armas. La revuelta es ideada por la ateniense Lisístrata, quien plantea al resto de mujeres una solución perfecta para acabar con la guerra del Peloponeso: la abstención sexual. El pacto de las mujeres se propaga por todas las ciudades y repercute en los combatientes de ambos lados quienes se ven privados del contacto carnal con las mujeres.

Vencidos por el deseo sexual, los hombres deciden terminar la guerra y se firma la paz entre Atenas y Esparta. La huelga de “piernas cerradas, aquí no entrasha sido un éxito.

Como diría uno de los bardos del siglo XX: "Haz el amor y no la guerra".

Solo que los griegos… ¡lo dijeron antes!

Lisístrata es en un símbolo del esfuerzo organizado a favor de la paz, argumento utilizado habitualmente por Aristófanes para protestar en contra de la guerra. Muchos consideran a Aristófanes como un pacifista y como el primer feminista de la historia

Pero ese es otro temay otra historia que bien merece ser contada en algún momento.

No abraces a una mujer ni demasiado delgada ni demasiado gorda; desea el término medio entre ambas. Una carece de abundancia de carnes, la otra las posee en exceso; no desees ni la carencia ni la hartura” (Rufino, poeta griego, en Antología Palatina)

La literatura erótica en la antigua Grecia nos ofrece verdaderas perlas de belleza y riesgo en las obras de la misteriosa Safo de Lesbos(5), a la que Platón(6) llamó “la décima musa”, primera poetisa en expresar sin tapujos y con sencillez y belleza las delicias del amor en toda su magnitud; única escritora griega, además, que ha trascendido hasta nosotros. También encontramos delicias en los textos de Anacreonte(7), refinado hedonista, cuyo nombre significa “el más fuerte”. Devoto del dios Dionisio, Anacreonte rinde culto en su poesía al vino y a la juventud mostrándose como un verdadero experto en los placeres amatorios tanto de hombres como de mujeres.

Escultura de la imagen de Safo de Lesbos.
Escultura de la imagen de Safo de Lesbos, la décima musa. | Imagen: Wikipedia Org.

Existe también erotismo en los famosos diálogos platónicos de "El Banquete", en donde los personajes discuten sobre el amor y la sexualidad, y en las "Metamorfosis" del poeta Ovidio(8).

Maestros en el verso corto y el epigrama erótico, los griegos supieron plasmar como ningún otro pueblo sus pasiones de modo que más de algún exaltado ha llegado a afirmar que fueron ellos los inventores del amor y la belleza.

Para constatar esto solo tenemos que abrir un libro maravilloso que ha fluido de siglo en siglo inspirando a muchos poetas y a un sinnúmero de amantes: la Antología Palatina.

La Antología Palatina fue compilada a principios del siglo X por un erudito nombrado Constantino, ojo, no lo confundamos con el emperador que oficializó el cristianismo como religión. Nuestro sabio se encargó de ir juntando todo lo que encontraba a su paso en lo que a epigramas se refiere.

¡Ardua tarea! Los primeros registros epigramáticos, grabados en los muros y en las estelas de las tumbas griegas, se remontan al siglo VIII a.C.

En los libros V y XII de la Antología Palatina encontramos epigramas eróticos para todos los gustos, tendencias, texturas y sabores.

Los textos que integran el libro V exaltan el deseo heterosexual, mientras que los Epigramas recogidos en el libro XII el deseo homosexual.

Libro V:

Zeus poseyó a Dánae con oro, también yo a ti con una moneda de oro, pues no puedo dar más que Zeus.

Libro XII:

Ayer cené en casa del maestro de gimnasio Demetrio, el más dichoso de los hombres:

Uno de sus muchachos yace con él; otro en su cabecera, otro le sirve la comida, otro le ofrece de beber:

Yo, bromeando, le dije: también, querido, enseñas gimnasia de noche”.

Los griegos antiguos no excluían a nadie. Sus dioses tenían estatura humana. Solo se diferenciaban de nosotros por su inmortalidad y por su capacidad de obrar milagros.

Roma y el placer

La cultura de la Antigua Roma, tan cercana a la griega y con tantos puntos de contacto con ella, también generó un importante corpus de literatura erótica. Más allá de las incursiones en el género de autores satíricos como Juvenal, Marcial, Catulo o Plauto, hablaremos aquí de algo menos conocido pero igual de divertido: los priapeos.

Para entender por qué ves empapada la parte que me acredita como Príapo, debes saber que no es rocío ni escarcha, sino lo que brota por si solo cuando pienso en una lasciva muchacha"

Los Priapeos, una colección de ochenta poemas latinos de carácter erótico-jocoso, tienen como protagonista a Príapo, dios de la fertilidad y guardián de los huertos. Príapo era el patrón de las personas necesitadas de buena suerte y el patrón de aquellas personas que buscaban satisfacción sexual. Se le representaba habitualmente como un gran falo en erección.

En la Antigua Roma, el falo podía encontrarse en cualquier parte: en los negocios, en las casas particulares, en los edificios públicos; también en muchos objetos de la vida cotidiana: lamparillas de aceite, amuletos, estatuillas, o tintinábulos, unos sonajeros cuya función era similar a las de los modernos atrapa-sueños”.

Tintinábulo romano fálico.
Tintinábulo romano con forma fálica. | Imagen: Wikipedia Org.

ORGÍA: Festín en que se come y bebe excesivamente y se cometen otros excesos.

Satisfacción viciosa de apetitos o pasiones desenfrenadas.


Hemos de saber que orgía significa rito sagrado o misterio. La palabra proviene, precisamente, de la religión, y de los cultos dedicados al dios griego Dioniso.

Los romanos, que copiaron sin pudor todo lo griego, pero sin su finura y sutilezas, dedicaron sus ritos a Baco, su dios del vino.

En la Antigua Roma se llamó bacanales a estos festejos y celebraciones.

Luego de los rezos, los trances de los sacerdotes y las ofrendas al dios Baco, se celebraban unos exaltados banquetes en los que se comía y bebía casi hasta reventar… ¡Pero nadie reventaba! Pragmáticos hasta la exasperación, los romanos vomitaban en medio del atracón para poder continuar comiendo y bebiendo delirantemente.

La jornada culminaba casi siempre con una orgía grupal que podía durar horas… o días.

A tal punto llegaron estas orgías que el Senado las prohibió en el siglo II d.C., ya que el éxtasis, las borracheras y el desenfreno provocaron hasta muertes, cosa que, supuestamente, desagradaba mucho al dios Baco.

Haciendo una selección, y sin por esto denostar a otros autores una novela se impone como título indispensable de la literatura erótica romana, Satiricón. La autoría de esta obra se atribuye a Petronio Arbitro, aunque no existe la certeza absoluta de que haya sido escrita por él.

Según se cuenta, Petronio Arbitro fue un sofisticado y divertido aristócrata romano experto en el arte de organizar banquetes, fiestas y espectáculos, que vivió en el siglo I d.C., durante el reinado del cruel emperador Nerón, de quien acabó siendo víctima.

A petición del envidioso y mediocre Nerón, Petronio Arbitro se cortó las venas en su bañera. Esta era una digna manera de morir en esa Roma de calzadas, acueductos, locos, orgías y gloria.

Satiricón es considerada la primera novela picaresca de la literatura europea.

Una alegre obscenidad campea por las páginas del libro. Nosotros detenemos entonces la lectura, cerramos los ojos y nos enredamos en las locas aventuras de sus jóvenes protagonistas, que recorren la vida romana yendo de los suburbios hasta el banquete del nuevo rico Trimalción.

Gracias a sus prolijas descripciones, Satiricón ha servido a los estudiosos para reconstruir aquella época y sus celebraciones, pues el autor, llámese Petronio u otro, abunda en una infinidad de detalles que van desde las comidas hasta las posturas pasando por un sinnúmero de actividades sexuales.

Buena parte de la novela se ha perdido y los tres fragmentos que han llegado hasta nosotros tardaron trescientos años en juntarse. Satiricón hunde sus raíces en un imperio romano caótico, sexual y promiscuo, colmado de hechiceras, esclavos, saltimbanquis, nuevos ricos, falsos filósofos, prostitutas y raterillos de poca monta.

El hombre antiguo disfrutó de la vida a su manera, convirtiendo el sexo en un estandarte, no solo del goce, sino también de la sabiduría.

Algo hemos perdido en el camino. Tal vez cierta ingenuidad casi sagrada.

En otro texto visitaremos algunos territorios menos conocidos de la erótica antigua, como aquella perteneciente al mundo asiático…

Existe allí un libro esencial del que muchos conocen el nombre pero que muy pocos han leído, el Kamasutra.

Pero el mundo erótico oriental con sus secretos y refinamientos, sus exploraciones íntimas y sus hallazgos de placeres indescriptibles merece un acercamiento más detallado.

Notas

(1) Eros: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-10328/eros/

(2) Psique: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-12470/psique/

(3) Pornográfico: https://etimologia.com/pornografia/

(4) Aristófanes: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11061/aristofanes/

(5) Safo de Mitilene: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-13155/safo-de-lesbos/

(6) Platón: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-349/platon/

(7) Anacreonte: https://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/anacreonte.htm

(8) Ovidio: https://www.worldhistory.org/trans/es/1-561/ovidio/

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Raúl Alfonso

Retrato de Raúl Alfonso.

(Cuba, 1966). Licenciado en Artes Escénicas por el Instituto Superior de Arte de La Habana (ISA), en la especialidad de Teatrología y Dramaturgia. Se ha desempeñado como actor, asesor y director de escena y como Profesor de Interpretación en la Escuela Nacional de Teatro de La Habana, el ISA, la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños y en diversas academias, círculos de magos y universidades de México y España. Ha colaborado con comentarios y artículos, entre otras, con la revista teatral Tablas y con la publicación de arte y literatura El espejo del perro (Madrid). Ha dirigido y escrito numerosas obras de teatro, algunas de las cuales han sido publicadas en revistas y antologías y representadas en Cuba, México, Colombia, Estados Unidos y España. Ha realizado de manera independiente varios cortometrajes en La Habana, México y Madrid.

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