"Pa' La Habana me voy, madre, aunque venga sin dinero, pa' que digan las muchachas, ahí viene el indiano nuevo", asegura una copla popular que se entona cada año a principios de febrero, durante los carnavales de Santa Cruz de la Palma, ciudad de la comunidad autónoma española de Islas Canarias.
Durante todo un día, esta urbe se transforma en La Habana. El carnaval de esta ciudad se inunda de sones cubanos, parrandas y mojitos (el cóctel favorito de toda Europa) en homenaje a los indianos que siglos atrás se fueron a hacer fortuna a Cuba.
Una bonita y añeja tradición lleva a rebautizar el centro de la isla en este día, como si con el toque de una varita mágica se pudiera traer a La Habana desde el otro lado del horizonte. Y este pasado 12 de febrero de 2024, no sucedió distinto. Así se anunciaba desde temprano:
Un año más, la Plaza de España volverá a convertirse en la Plaza de Cuba cuando las autoridades municipales (...) descubran la placa que renombra por un día la Plaza de España como Plaza de La Habana. Un homenaje a aquellos palmeros que emigraron a la otra orilla, abuelos y abuelas de quienes les siguen recordando cada año en la fiesta indiana.
El acto simbólico principal es la reproducción del desembarco de "los indianos" que llegan desde América con oro y muchas historias que contar. Por eso, para empezar, todos acuden al muelle, y allí entra a ocupar su lugar de protagonismo un personaje muy cubano: la Negra Tomasa.
Los indianos fueron emigrantes españoles que hicieron fortuna en las Américas durante los siglos XIX y XX, y volvieron a España, invirtiendo su riqueza en sus lugares de origen, mostrando prosperidad. Cuba, Brasil, Argentina y México fueron los principales sitios donde se asentaron estos españoles, provenientes sobre todo de Galicia, Canarias y Cataluña.
Con este evento se parodia y festeja la llegada de los canarios que regresaron de Cuba en los siglos XIX y XX, cargados de riquezas, nuevos ritmos y vocablos desconocidos hasta ese momento en Europa.
Precisamente, el Carnaval de los Indianos ha sido seleccionado entre los 12 de máxima diversión en España, por el suplemento El Viajero de El País.
Una de las costumbres más singulares de este carnaval consiste tanto en vestirse de blanco como en untarse talco por todo el cuerpo. Así, el Día de los Indianos se puede ver una "marea blanca" descendiendo por los sitios más importantes de la ciudad.
Dentro de las teorías sobre el origen de esta tradición, algunas la vinculan con los rituales ñáñigos cubanos (de la secta abakuá) de aclarar la piel con polvos. Otras explicaciones sugieren que, al arribar los barcos al puerto, los viajeros que volvían a casa ostentando las fortunas acumuladas en Cuba eran cubiertos de polvo para prevenir la difusión de enfermedades tropicales que pudieran portar.
Otro de los momentos más esperados del carnaval ocurre en la Plaza de España, que por este día se renombra como "Plaza de La Habana", en una tradición que ya se ha vuelto infaltable. Después, cerca de 60 mil indianos se reúnen para "esperar" a "La Negra Tomasa", personaje de la cultura popular cubana, encarnado en este carnaval por el actor canario Víctor Lorenzo Díaz Molina, de 83 años. Esta representación ha recibido numerosas críticas por su blackface, práctica racista que hace referencia a las personas blancas que se disfrazan de negro, tiñendo su piel y exagerando rasgos que se atribuyen de forma estereotipada a los afrodescendientes.
“No me rindo. Dios me dio la salud, las piernas y el corazón", le confirma Víctor Lorenzo al diario Canarias Ahora, "y estaré el próximo año otra vez, es que estoy en forma”.
Desde ese momento y durante todo el día, siguen resonando los ritmos cubanos mientras "fluyen el ron, la melaza y los mojitos". Al caer la tarde, los participantes inician su recorrido desde la Avenida de los Indianos, cerca del puerto, hasta la Plaza de La Alameda, lugar donde la celebración continúa "hasta que el cuerpo aguante", como suelen decir en estas fiestas.
El evento congrega a miles de visitantes tanto nacionales como internacionales, quienes están dispuestos a desembolsar hasta 900 euros por un alojamiento de tres noches en la ciudad canaria, con el objetivo de ser parte de este espectacular festejo.
Dos bodas en Los Indianos de 2024
Antes de que la celebración llegara a su clímax, se realizaron dos casamientos en el salón de plenos de Santa Cruz de la Palma. "Ustedes ponen la boda y el ayuntamiento la fiesta", les habría dicho Asier Antona, alcalde de la ciudad, a ambas parejas, .
Daniel Toledo y Carmen Ruiz, ambos maestros de profesión, protagonizaron el primero de los dos enlaces celebrados en la mañana del Día de los Indianos. Esta historia de amor tiene sus raíces en 2019, cuando ambos educadores coincidieron en una misma escuela. Él como profesor de educación física y ella de infantil.
Por su parte, Manuel Alejandro García García y Naira Sosa Viera fueron los afortunados del segundo matrimonio. La pareja se conoció hace veinte años en una academia de baile gracias a que comparten la afición por la música latina, algo que los acercó a conocer la historia de los indianos y la celebración de este carnaval.
Cada vez hay más cubanos en el reino de España
En 2024 el Carnaval de Islas Canarias dura todo un mes, cuando en cada una de las islas se reviven tradiciones únicas. Entre tales fiestas singulares, tenemos que en Las Palmas de Gran Canaria es donde único se escoge Reina del Carnaval. Y allí, este año, una joven cubana ha llegado a colocarse entre las candidatas finalistas.
Leysi Uz, graduada de publicidad y Community Manager, fue finalmente escogida como Tercera Dama del Carnaval, gracias a la exhibición de la fantasía "En mi piel".
A la pregunta de "¿Por qué tu familia decidió emigrar de Cuba?, en entrevista para La Provincia, Diario de Las Palmas, Leysi contesta:
Por razones obvias que todos conocemos, Cuba no está en la mejor situación política ni económica, y teníamos familiares y conocidos aquí en Canarias y mi madre vino para acá a trabajar. De hecho, mis antepasados son canarios, tanto por parte de madre como por parte de padre. Todos mis bisabuelos emigraron a Cuba en la época, entonces tengo sangre canaria y al final el destino hizo que me viniera para acá. Al principio, la adaptación yo diría que no fue difícil. Lo que más extrañaba era a mis amigos, pero Canarias nunca me cerró la puerta a ningún sitio, nunca sentí racismo. Por eso estoy orgullosa de decir que el mejor sitio al que pude venir fue a Canarias.
En este contexto, los cubanos parecen protagonizar el viaje de los indianos de antaño, solo que esta vez a la inversa, ya que en los últimos años ha aumentado considerablemente el número de cubanos en España, sobre todo en las Islas Canarias. Las becas de estudio y los trámites para alcanzar la ciudadanía española son algunas de las opciones que han contribuido a este boom migratorio.
Según las estadísticas ofrecidas por el Instituto Nacional de Estadística de España en 2023, las regiones españolas que más cubanos albergan son Madrid (25.834), Santa Cruz de Tenerife (20.580) y Las Palmas de Gran Canaria (18.015), siendo estas dos últimas las más importantes ciudades de Canarias.
Canarias es imagen de Cuba, y viceversa
Caminar por Canarias, oír las conversaciones en sus calles y bares, puede llevar a un turista despistado a creer que, pasado de tragos, ha sido transportado hacia Cuba. Es lo más parecido a vivir en Cuba. Se gesticula igual, se oye la misma música. A diferencia de lo que ocurre en el resto de España, en Canarias nadie toma "el autobús", por ejemplo, sino "la guagua". Tampoco aquí se habla de comer cacahuete, lo que se come es maní. La basura no "se tira", sino que se bota. Y una fiesta buena suele terminar, como en los campos de Cuba, también con poetas improvisadores lanzando décimas al aire en versos y repiques llenos de gracia guajira.
Si desde un principio muchos emigrantes españoles llevaron a Cuba su idioma y su cultura, quienes regresaron más tarde también trajeron en su gran mayoría otras tradiciones surgidas al calor del sol caribeño. Por ejemplo, sucedió así con El Mataculebra: se considera uno de los géneros más curiosos del folclore musical de las Islas Canarias, proviene –según el etnógrafo Manuel J. Lorenzo Perera– del teatro en la calle, y llegó a Canarias a finales del siglo XIX, en las maletas de los emigrantes que regresaron desde Cuba.
Esta tradición, en el caso del Puerto de la Cruz, fue trasplantada por un retornado cubano, Manuel Díaz, más popularmente conocido por Manuel Catalina. Y tras su muerte, sus descendientes, los Catalinas, mantuvieron la tradición de desfilar por las calles "matando la culebra".
"El de la Palma es un Carnaval que baila con Cuba", se lee en la prensa local. Ritmos y grandes voces de Cuba se apoderan del ambiente. Sucede en todas estas islas con la misma euforia, pero en la isla La Palma de una manera especial.
La Palma es considerada la más antillana o caribeña de las Islas Canarias, y su carnaval deviene una explosión de alegría sin igual, donde los lazos con Cuba no solo llevan al pasado, no solo se fundan en recuerdos y nostalgias, sino que están hoy más presentes que nunca, cuando miles de cubanos han vuelto a Canarias, una gran parte beneficiados con la llamada Ley de Nietos, y han escogido esta isla de aire familiar para recomenzar sus vidas.