Sería difícil imaginar cuántas cosas pasaron por la cabeza de la cubana Chanel Terrero cuando cantó y bailó representando a España el pasado sábado en la 66ª edición del Festival de la Canción de Eurovisión. En los poco más de tres minutos de su pegadizo tema SloMo, debieron desfilar como en una coreografía instantánea su infancia en La Habana, su arduo trabajo para llegar hasta la cima en el exilio español y las críticas que en los últimos meses intentaron quebrarla.
"Latina, choni, inferior", le habían gritado en España un sector del público que intentó revertir su éxito a comienzos de año en el Benidorm Fest, el mismo evento que la validó para representar a la nación ibérica en el certamen europeo. Sin embargo, los 50000 cristales del traje de luces andaluz sobre el cuerpo bronceado de Terrero, consiguieron encandilar al público del Pala Alpitour en Turín, Italia, que se levantó al unísono de los asientos para corear a la nueva diva.
SloMo, la canción que combina la música electrónica y el dance break con una letra fresca, nutrida de la jerga actual hispánica, se alzó con el tercer lugar (459 puntos)
La pirotecnia, el abanico, las trompetas, la alusión a los toros, fueron apenas el fondo de una noche en la que la furia latina se mezcló con la raíz española para batir varios récords en las presentaciones europeas. SloMo, la canción que combina la música electrónica y el dance break con una letra fresca, nutrida de la jerga actual hispánica, se alzó con el tercer lugar (459 puntos) en una cita dominada de antemano por Ucrania (631) y secundada por Reino Unido (466).
El tema de Chanel, a quien no pocos ya comparan con JLo, consiguió la mayor cantidad de televotos, con 228. Fue además la mejor actuación de España en el concurso en las últimas 27 ediciones del evento, venciendo la puntuación tope obtenida por Mocedades (125 puntos) en 1973, cuando la agrupación quedó en segundo lugar con la canción Eres tú. También superó en puntos al segundo puesto de Anabel Conde, obtenido en 1995 con Vuelve conmigo. Solo cinco de 39 países no votaron por España en la edición 2022: Ucrania, Estonia, Letonia, Finlandia e Italia.
La cantante, bailarina y actriz de teatro, cine y televisión, logró sumar la popularidad a la valoración positiva que el jurado profesional del Benidorm Fest le había otorgado. En aquella ocasión, Chanel obtuvo los 51 puntos de los profesionales, necesarios para superar a las favoritas del jurado y el televoto, Rigoberta Bandini y Tanxugueiras.
La polémica y el "chanelazo"
La mañana siguiente al festival alicantino, Chanel soñó que le tiraban un tomate. Y no era para menos: cubana, con un estilo marcadamente latino, "brutal" según muchos, y un físico que consigue imponerse sobre la escena, su triunfo apenas sería el comienzo de una polémica que llegó hasta el Congreso español. Galicia Común —la marca gallega de Unidas Podemos—, el BNG y Comisiones Obreras demandaron a RTVE —cadena televisiva encargada del Benidorm Fest— por la elección de la joven para representar a los ibéricos en Eurovisión. En su lugar, querían Ay, mamá de Rigoberta Bandini.
Personas lejanas al mundo artístico, esgrimieron valoraciones sobre la obra. Por su parte, la intérprete fue criticada por las feministas, por lo que consideran un inadecuado tratamiento a la mujer. Los grupos más extremistas llegaron a expresar públicamente: "Miradla: es latina, choni, inferior. ¡Si se llama Chanel! No vale para candidata del gobierno más progresista de la historia. Y eso dice bastante del progresismo del gobierno".
Chanel tuvo también tuvo en su contra el favor de la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien no ocultó que prefería que hubiese ganado Ay, mamá: “Rigoberta Bandini nos ha regalado un hermoso lema feminista. Ella se pregunta por qué les dan tanto miedo nuestras tetas, por qué les dan tanto miedo nuestros derechos […]. Cuando las políticas que hacemos son feministas las mujeres vivimos mejor, pero también los hombres viven mejor, porque un país más feminista es un país más democrático”, aseguró la ministra durante una intervención en el arranque de la campaña electoral de Castilla y León.
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, por su parte se decantó por el trío Tanxuguieras. Sin embargo, el jurado del Benidorm eligió a la cubana, y el "chanelazo", como muchos lo llaman, arrasó en Eurovisión. Ante la presión del público español que sintió reparos porque Chanel no fuese española, tanto Bandini como Tanxuguieras mostraron su apoyo y se solidarizaron ante los ataques a la joven, en un gesto de auténtica sororidad.
Palomo Spain, quien diseñó el vestido para la presentación de Chanel en Eurovisión también fue objeto de críticas. El traje, aparentemente alegórico a la cultura española y europea de la corrida de toros, vistió a Chanel como una "torera" moderna, con una chaqueta de cuero bordada con 50 mil cristales rojos y blancos de Swarowski. Sin embargo, a las críticas de los ambientalistas por una supuesta incitación a la Tauromaquia, una práctica cada vez menos popular, el diseñador respondió que en realidad su diseño de chaqueta estaba inspirado por otro referente cultural español que el público estaba pasando inadvertido y era el estilo del pintor español Francisco de Goya.
Sobre las críticas xenófobas y racistas, Terrero contó que
“despertaba llorando por la mañana de impotencia. Me di cuenta de lo importante que es la salud mental y la inteligencia emocional, y aprendí a valorarme sin depender de la opinión de los demás, ya sea positiva o negativa. Es decir, a tener mi autoestima colocada por mí misma. También entendí que el arte es algo subjetivo: si no te gusta, no lo consumas, pero no trates de destruirlo”.
No obstante, Chanel se reconoce como catalana y representante de "la España de verdad, la que yo vivo, la diversa, porque salgo a la calle y veo que es así". SloMo, su primer sencillo, la ha conducido por una travesía que incluye su residencia en Olesa de Montserrat (Barcelona), Madrid —donde antes trabajara en los musicales El rey león, El guardaespaldas, Flashdance o Malinche—, Benidorm y la capital de la emigración cubana, Miami, donde grabó el video clip de la canción. Su actuación ha marcado un antes y un después en las participaciones de España en Eurovisión, pero sin dudas el revuelo que provocó en la política española, dará de qué hablar por un tiempo.