El Movimiento San Isidro (MSI) figura entre los grupos de artistas reseñados en el informe El estado de la libertad artística 2021, de Freemuse que recoge los principales casos de atentados a creadores en todo el mundo durante el 2020. Freemuse es una organización no gubernamental internacional independiente que aboga por la libertad de expresión artística y la diversidad cultural.
En un año de crisis global, marcado por la incidencia del coronavirus, el reporte de la organización demuestra que, “aunque la libertad de expresión artística ha estado bajo ataque por diferentes actores (incluyendo grupos políticos y religiosos, plataformas de medios sociales e individuos)” fueron autoridades gubernamentales las que instigaron el 60 por ciento de los casos documentados, según se lee en la Introducción al documento.
Cuba aparece en ese grupo selecto de gobiernos que censuran, encarcelan e impulsan leyes contra la libertad de expresión en todas las manifestaciones del arte, al punto de liderar en varios de los nefastos parámetros del informe; verbigracia el acápite de “Artistas detenidos”, donde la isla se ubica como la de mayor número de casos registrados (22), por encima de naciones como Rusia (17), Turquía (17) y la India (11).
El pormenorizado resumen, de 150 páginas y escrito en inglés, dedica un capítulo entero (“Cuba: repercusiones contra artistas en la vanguardia de la oposición al Decreto 349”) a la situación que vivieron los integrantes del MSI en la capital cubana, cuando en noviembre de 2020 decidieron acuartelarse en su sede para exigir la liberación del rapero Denís Solís, la huelga de hambre llevada a cabo por varios de ellos y la posterior irrupción de las autoridades cubanas en un operativo violento que terminó con el arresto de todas las personas en el inmueble.
En el apartado se detalla la historia de las arbitrariedades cometidas por el régimen de la isla contra el grupo de artistas, “un colectivo establecido en 2018 para abogar por la libertad artística, en respuesta al Decreto 349, el cual institucionaliza la censura de estado sobre la expresión cultural independiente”, según las palabras del artículo.
El caso del encarcelamiento de Denis Solís, los performances censurados del artista visual Luis Manuel Otero Alcántara y el “Concierto por la Libertad”, organizado por el músico Maykel Castillo (Osorbo) el pasado 10 de octubre y cancelado por las autoridades, centran el escrito que recoge además los testimonios de Alcántara y Osorbo ofrecidos en entrevista a Freemuse.
La organización considera que el MSI es una muestra de la “sistemática persecución” del régimen cubano con el objetivo de “silenciar expresiones culturales indeseadas”, para lo cual emplea la brutalidad policial, como en los casos documentados del propio Alcántara o de la curadora de arte Claudia Genlui; secuestros y abducciones como ha ocurrido frecuentemente con Osorbo; así como la imposibilidad de contacto externo durante las detenciones e incluso en prisión, de lo que ponen por ejemplo el caso del rapero Didier Eduardo Almagro Toledo, sentenciado a tres años de cárcel este 13 de noviembre. Se alude además a las estrategias del estado, tales como cortes del servicio de Internet, para ejecutar sus acciones represivas a espaldas del pueblo.
Yendo más allá del mundo del arte, el informe menciona el asesinato a manos de la policía del joven negro Hansel Ernesto Hernández Galindo, hecho que desató las protestas el 30 de junio pasado de la comunidad intelectual independiente, y en especial las acciones del MSI, una de cuyas banderas es precisamente la lucha antirracista y contra los desmanes del poder en Cuba.
Hacia el final, los de Freemuse exhortan al estado cubano, como miembro electo para el período 2021-2023 del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, a respetar lo establecido en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR, en inglés) y en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR, en inglés):
“Debe garantizarse el ejercicio expedito de la libertad de expresión, asociación y reunión, así como el derecho a los procesos justos y la protección de personas detenidas. Las autoridades deben dejar de interferir en el trabajo de la sociedad civil y asegurar el libre intercambio de información, sin emplear las interrupciones de Internet como una técnica para impedir la diseminación de opiniones disidentes. Sin retraso, el gobierno debe revocar el Decreto 349 y adoptar una legislación acorde con el Artículo 19 del ICCPR”.
El sumario, que marca el “momento clave” del calendario de Freemuse, provee también en su bibliografía de varios enlaces que apoyan el texto, reseñados en la prensa internacional sobre el caso de Cuba. La posibilidad de conectarse a Internet en la isla y la irrupción de los medios de prensa independientes han hecho posible el acceso a estos datos que ahora maneja la ONG, que en años anteriores se hiciera eco de la represión de artistas cubanos, como en lo relativo al músico Gorki Águila o más recientemente denunciando la censura oficial a los escritores Abel Sierra Madero y Legna Rodríguez.