Yo voy a votar NO. Pero, vayamos por partes.
Un sector de la oposición está promocionando el boicot, que nadie salga a votar. Esa es una forma de pelear, la respeto y es válida. Pero, creo que es la más fácil. No ir a votar, o dejar la papeleta en blanco, es hacerle el juego al régimen cubano. Y no se les puede dar la oportunidad de hacerles creer al mundo que Cuba está siendo democrática. El gobierno cubano juega sucio. Nosotros, los patriotas que amamos este país, no podemos hacer lo mismo, sino ¿en qué vamos a diferenciarnos de ellos?
Ahora bien, ¿por qué votar No? Bueno, la respuesta es muy simple: votar NO, es lo correcto.
¿Por qué? Esta respuesta también me parece muy simple. Pero, antes hay que pasar por el filtro a la nueva Constitución, releerla, analizarla. Ver qué derechos nos aporta y en cuánto puede transformar a nuestro país.
Basta con comenzar su lectura para darnos cuenta de las incongruencias. Nos vienen a la mente preguntas tales como: ¿Qué cosa es “fuerza política”? ¿El gobierno va a tener el derecho de espiar nuestras llamadas, correos y mensajes? ¿Qué significa una “cada vez más justa redistribución de la riqueza”? ¿Eso quiere decir que el gobierno, según la Constitución, decide quién será rico y quién no? ¿La objeción de conciencia no puede invocarse? ¿Acaso esto último no entra en conflicto con que “toda persona tiene derecho a profesar o no creencias religiosas”? ¿Acaso la Constitución no entra en conflicto con el dictatorial, totalitario y repulsivo Decreto Ley 349? ¿En serio le vas a permitir al gobierno que espíe todas tus comunicaciones, tu vida privada?
Si, ciudadano, sientes que los puntos de la nueva Constitución no se corresponden con tus intereses, y crees que no te respalda, ni te representa, si crees que no te va a ayudar económicamente o socialmente, entonces ¿por qué votarías que SÍ? ¿Para respaldarla?
Si ya la leíste, debes saber desde el principio que este proyecto de Constitución se rige exclusivamente por las leyes del único partido que gobierna el país. El mismo partido que nos ha consumido como nación, y nos ha sumido en la pobreza a cambio de un sueño que no existe. El gobierno de Cuba también nos vendió un tipo de sueño americano, pero en una versión más tropical, la versión Beta del comunismo. Y nunca nos hemos levantado.
Por eso, voy a votar NO. Y no importa que gane el sí se apruebe, la parte interesante es lo que viene después. Por ejemplo, hace poco un amigo publicaba en Facebook que, si votaban 20 personas, y 11 lo hacían por el sí y 9 por el NO, ganaría el sí. Bueno, así es la Democracia, decide el pueblo. Pero, acá viene lo interesante que les mencionaba, y fue la respuesta que le di a mi amigo en Facebook: por primera vez en la historia de Cuba después del 59, de esas 20 personas que vayan a las urnas, 9 de ellas habrían votado por el NO, y eso es un porciento enorme, y el gobierno de Cuba se vería en la obligación de ofrecer las cifras oficiales. Y cuando la gente vea la cantidad de miles de personas que votaron por el NO, vamos, eso va a saber a triunfo. Porque la gente se lo va a creer que es posible, y esto es de resistencia, y la próxima vez que vayamos a las urnas ganamos, estoy seguro que ganamos.
Por eso, voy a votar NO. Para que mis sobrinos crezcan en un país próspero del que no quieran irse. Y para que, cuando nazcan mis hijos, tengan el deseo y la pasión para aportar un granito de arena en este país hermoso qué está a punto de tomar otra vez ese camino que perdió, y convertirse en el gran país que fue siempre. Y vamos a estar aquí para verlo.
De todos modos, antes hay que votar NO, este 24 de febrero. Si queremos llegar un día a la meta del país que soñamos para todos, tenemos que dar un paso tras otro en contra del gobierno, con fuerza, mucha fuerza.
PD: El presidente del Cuba, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, está cometiendo un delito al decir lo que va a votar y, además, “adivinar” el resultado general de la votación. El voto es secreto.