Cuando la Comunidad Europea firmó recientemente el acuerdo comercial con Cuba, muchos activistas en la isla reclamaron la incoherencia de este convenio con un gobierno que impedía la libertad de prensa y asociación a sus ciudadanos; que encarcelaba injustamente a sus detractores; que perseguía y acosaba a familiares y amigos de los que ellos consideraban contrarrevolucionarios; entre otras violencias contra la libre expresión.
El caso del líder opositor José Daniel Ferrer al parecer ha quitado la venda de los ojos del Parlamento Europeo, que ha aprobado una resolución exigiendo su puesta en libertad de forma urgente y ha demandado revisar su acuerdo de asociación con Cuba por un incumplimiento de la cláusula que requiere el respeto de los derechos humanos.
Pese a semejante presión, este 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos, el gobierno cubano ha realizado un “toque de queda” contra opositores, artistas y periodistas independientes. Entre las numerosas denuncias hechas en las redes sociales, destacan las detenciones del escritor Jorge Olivera y del artista Luis Manuel Otero Alcántara; así como la prohibición de salir de sus viviendas, contra los periodistas Luz Escobar, del diario 14yMedio y Abraham Jiménez Enoa, director de la revista El Estornudo. La misma operatoria utilizó la Seguridad del Estado contra otros artistas miembros del Movimiento de San Isidro, como Amaury Pacheco, Iris Ruiz, Verónica Vega y Yasser Castellanos.
En la red social de Facebook algunos activistas sustituyeron su foto de perfil personal por una imagen de color negro, iniciativa que aludía no solo a la larga lista de atropellos contra los Derechos Humanos en Cuba durante 60 años, también anunciaba la jornada represiva que se avecinaba ese propio 10 de diciembre.
Hasta esta hora se desconoce el paradero de los artistas y escritores arrestados arbitrariamente.