El 3 de marzo de 1960 el vicepresidente ejecutivo de Antillana de Acero, Severiano Larrinaga Aguirre, en nombre de la empresa, se vió obligado a redactar un Memorándum dirigido al Presidente de la República de Cuba el Doctor Osvaldo Dorticós Torrado, al Primer Ministro de la República el Doctor Fidel Castro Ruz, al Presidente del Banco Nacional de Cuba el Doctor Ernesto Guevara, al Director del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) el Capitán Antonio Núñez Jiménez, al Jefe del Departamento de Industrialización del INRA el Ingeniero César Rodríguez, al Doctor José M. Irisarri del Banco de Desarrollo Económico y Social (BANDES) y al Capitán Calixto Morales. La razón del Memorándum es que “a raíz del triunfo de la Revolución el BANDES designó un interventor y personal auxiliar para la investigación y comprobación de las realidades financieras, económicas y administrativas de Antillana de Acero.” Luego de una serie de reuniones y un “Acuerdo de Caballeros” sobre la decisión favorable de la Junta de Accionistas de la empresa para entregar al Estado el 51% de las acciones, en las que participó el Dr Ernesto Guevara, finalmente el 29 de febrero les fue expresado a los miembros de la Dirección de la compañía que no concurrieran a la fábrica hasta nuevo aviso.
Archivo Elena Larrinaga de Luis