La cumbre del clima de Emiratos Árabes Unidos (EAU), nombrada oficialmente 28ª Conferencia de las Partes (COP28), ha finalizado este miércoles 13 de diciembre en Dubái. Allí, los representantes de casi 200 países firmaron un histórico acuerdo que implica el abandono progresivo de los combustibles fósiles (el gas, el petróleo y el carbón), principales causantes del cambio climático.
Tras dos semanas de intensas discusiones, finalmente fue rubricado este pacto sin precedentes en el que se habla, además, de recortar drásticamente las emisiones, acelerar la transición hacia las energías renovables, poner fin a los subsidios a las energías “sucias” y triplicar las renovables en los próximos siete años.
"A aquellos que se opusieron a una referencia clara a la eliminación progresiva de los combustibles fósiles en el texto de la COP28", aclaró António Guterres, Secretario General de la ONU, "quiero decirles que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es inevitable, les guste o no. Esperemos que no llegue demasiado tarde".
Además de esta mención a los combustibles fósiles, en este mismo texto se plantea una serie de opciones alternativas para suplir el uso de estas fuentes de energía, una especie de "carta" en la que cada nación puede elegir qué aplicar. Aquí aparecen la energía nuclear, las cuestionadas tecnologías de captura de carbono, las renovables y el "hidrógeno de bajas emisiones".
Para los sectores ecologistas, este es uno de los puntos más controvertidos del acuerdo, ya que abre la puerta a aumentar la inversión en "falsas soluciones" que no han demostrado ser efectivas en la reducción de emisiones y las ponen "al mismo nivel" que la eólica o la solar, cuya eficacia sí que está demostrada.
Suspicacia y escepticismo en la Cumbre del Clima de Dubái
Durante las casi dos semanas que duró la Cumbre del Clima, desde el 30 de noviembre hasta el 12 de diciembre, la polución del aire de Emiratos Árabes Unidos fue "peligrosamente alta", según denunció la organización Human Rights Watch.
De hecho, las lecturas de calidad del aire han determinado que el nivel de contaminación de estos días en la ciudad de Dubái era cinco veces superior a lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo a lo descrito por el medio español ABC, "el cielo de Dubái ha estado nublado por la contaminación la mayor parte de las jornadas de esta cumbre".
En 2015, incluso, un informe llamado Little Green Data Book, publicado por Banco Mundial, señalaba a los Emiratos Árabes Unidos como "el país más contaminante del planeta", proporcionalmente, de acuerdo a su extensión territorial y población.
Según IQAir, plataforma dedicada a puntuar la calidad del aire en todas las ciudades del mundo, "La contaminación del aire tiene un coste estimado de 1400 muertes en Dubái en 2023".
Más allá de la elección de la sede, el evento ha sembrado otras dudas con respecto al compromiso de los países y empresas petroleras del mundo de "dejar atrás los combustibles fósiles".
"En los últimos 20 años, las empresas de combustibles fósiles han participado en más de 7 mil negociaciones climáticas de la ONU", declara el medio Wired. Según este propio sitio, durante el siglo XXI, "Shell [la compañía de gas y petróleo más grande del mundo] fue la empresa que más personal envió a las discusiones sobre la crisis climática organizadas por la ONU".
Aun así, y a pesar de la asistencia de estos agentes contaminantes en las Cumbres del Clima, los avances en la eliminación de los combustibles fósiles no han sido suficientes. Está por verse, entonces, la efectividad de este acuerdo aprobado en Dubái, Emiratos Árabes Unidos.