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Medioambiente | The Big One: Cuatro días de protestas en el centro de Londres

Entre 60 mil y 100 mil personas cada día se unieron para exigir el inmediato abandono de la explotación de combustibles fósiles y la creación por parte del Gobierno de asambleas ciudadanas para enfrentar la crisis climática.

Persona sosteniendo una pelota pintada como el planeta Tierra durante la protesta The Big One en Londres.
Manifestaciones durante "The Big One". | Imagen: Reuters

Durante cuatro días, el pasado fin de semana, más de 200 organizaciones y ONG se organizaron en el centro de Londres para protestar por la crisis climática en masivas manifestaciones pacíficas que ya son recordadas como "The Big One" (o "la gran protesta").

Entre 60 mil y 100 mil personas cada día se unieron para exigir el inmediato abandono de la explotación de combustibles fósiles y la creación por parte del Gobierno de asambleas ciudadanas para enfrentar la crisis climática y apoyar la transición hacia nuevas sociedades más armoniosas con el medio ambiente. Las protestas sucedieron en un ambiente festivo alrededor del Día de la Tierra (22 de abril), donde muchos asistieron disfrazados de animales o plantas en lo que sería un gran perfomance colectivo ambientalista.

The Big One, la "gran protesta", contó con la participación de grandes y prestigiosas organizaciones. Su organizador principal fue Extinction Rebellion, a la que se sumaron además otras grandes organizaciones del activismo ambientalista y por los derechos humanos en general, como Greenpeace, Amigos de la Tierra y Black Lives Matter.

Un cambio de estrategia

A una semana del gran evento y a pesar de la poca, o casi nula, cobertura de los medios de prensa al respecto, su impacto es indudable. El comunicador Juan Texeira, en el programa de YouTube HECD, ha calificado la protesta como “un intento de cambiar el énfasis disruptivo” de Extinction Rebellion, refiriéndose a las mediáticas acciones sobre obras de arte, y otras, que una parte del activismo no ve con buen ojo.

En efecto, Extinction Rebellion lanzó un comunicado el 1 de enero titulado “We quit” ("Renunciamos"), refiriéndose al abandono de las acciones disruptivas como estrategia. “Las tácticas en constante evolución son un enfoque necesario”, afirmaron en el comunicado.

Ahora, la nueva estrategia de activismo de la organización busca sumar a las protestas por la crisis climática a las personas que se podrían sentir incómodas con los actos de acción más directa y desobediencia civil.

Activismo con festividad

La protesta estuvo llena de acciones que, sin dejar de dar su mensaje en contra de la explotación de combustibles fósiles y a favor del cuidado inaplazable de la naturaleza, mantuvieron el orden público. Durante los cuatro días y de manera pacífica y ordenada se organizaron debates, talleres, charlas y conciertos en torno a los temas principales de su agenda.

En una de las calles, cerrada por acuerdo previo con la policía, se celebró una fiesta callejera. Frente al Departamento de Seguridad Energética y Net Zero, un grupo de activistas bailó al ritmo de la canción “Stayin´Alive” ("Manteniéndome con vida...") de los Bee Gees.

En otro día de protesta, los manifestantes usaron disfraces de animales y proyectaron sonidos de la naturaleza en los altoparlantes como parte de la Gran Marcha de la Biodiversidad.

Uno de los momentos más resaltados fueron cinco minutos de silencio frente al Parlamento inglés: una “muerte de cinco minutos para exponer la urgencia del colapso ecológico”

Uno de los momentos más resaltados fueron cinco minutos de silencio frente al Parlamento inglés. Esta acción sencilla pero de gran impacto fue descrita por los organizadores como una “muerte de cinco minutos para exponer la urgencia del colapso ecológico”.

Silencio de los medios

Los grandes medios de prensa han obviado en su mayoría las actividades ocurridas en el centro de Londres. La postura de los medios de prensa es muy diferente a la que tuvieran con otras acciones a las cuales les han prestado mucha atención para tildarlas de terrorismo. Sin embargo, una de las principales organizaciones implicadas es la misma: Extinction Rebellion, quien promueve la protesta pacífica como punto de partida en su activismo.

Juan Texeira, en el mismo canal de YouTube antes citado, ha recordado que las demandas colectivas de estas organizaciones al gobierno británico, aunque no visibilizadas (tanto en las acciones disruptivas como en estas) son las mismas: “establecer negociaciones para detener la explotación de carbón, petróleo y gas; y establecer asambleas ciudadanas de emergencia para supervisar una transición justa y dirigida por la gente”.

Detonante de las protestas

La Autoridad de Transición del Mar del Norte, responsable de gestionar y adjudicar las licencias de explotación y producción que se emiten por el gobierno británico, informó en octubre del año pasado que pretendía adjudicar más de 100 licencias para favorecer la explotación de combustibles fósiles

Estas nuevas licencias no serían nada coherentes con la situación climática que científicos y la comunidad internacional han estado alertando durante décadas y que hoy día se acerca a límites peligrosos para el mantenimiento de la vida en la Tierra tal como la conocemos. 

Desde el anuncio de octubre, la reacción de los activistas ha sido directa y constante. La conciencia sobre el cambio climático es cada vez más común, a pesar del silencio de los medios.

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Andy Leiva García

Retrato de Andy Leiva García

(Cuba, 1995). Graduado de la Escuela Nacional de Arte de Cuba (ENA) en 2014. Por alrededor de siete años trabajó en diferentes compañías de danza en Cuba, especialmente ballet y danza contemporánea, siendo Primer Bailarín de la Compañía Rosario Cárdenas (2015-2020). Graduado del curso de formación literaria Onelio Jorge Cardoso en La Habana (2015). Ha trabajado como editor y escritor creativo en diferentes medios y publicaciones. Graduado de Diseño en Permacultura (Cuba, 2019).

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