Hace unos años Yrak Saenz me decía: “El Jesús del Rap Cubano aquí es Rensoli”. Y es que cuando se habla del movimiento de Hip Hop Cubano, hay que volver a GRUPO UNO, al reparto Bahía, al Primer Festival de Rap, a Rensoli, a Balesi, a Yasser Castellanos, Tagles y otros nombres que reconozco se me escapan, pero dieron forma a uno de los movimientos contraculturales más importantes de los años noventa.
Nacido en Guanabacoa, el 13 de junio de 1966, Rodolfo Rensoli es un poeta, promotor cultural y artista visual cubano. Fundador del primer festival de rap cubano que se hiciera en la isla, en el año 1995. Posiblemente también el primero de Latinoamérica dedicado al hip hop en español, o uno de los primeros. No puedo confirmarlo, pero hasta el momento tampoco he encontrado referentes anteriores. Rensoli venía del Rock and Roll, escuchaba Led Zeppelin, The Rolling Stones y otras bandas de rock norteamericano. En esa época los frikis eran los marginados de la sociedad, los sin espacios.
“Como friki, sintió una empatía por esta cultura subterránea y buscó la manera de echarles una mano sin saber que estaba abriendo un capítulo nuevo en la cultura cubana.”
Una vez me contó que la idea de hacer un Festival de Rap surgió a partir de una nota que leyó en Tribuna de La Habana, sobre los emergentes raperos cubanos que todavía no se habían conformado como movimiento ni tenían un espacio para ello. Como friki, sintió una empatía por esta cultura subterránea y buscó la manera de echarles una mano sin saber que estaba abriendo un capítulo nuevo en la cultura cubana.
Mediante la colaboración con la Casa de Cultura del reparto Bahía en Habana del Este, Rensoli junto a otros amigos hicieron el Primer Festival de Rap Cubano, donde participaron Primera Base quienes ganaron el Gran Premio en esa primera edición. Además estuvieron grupos como Triple A, de donde salió Yrak Saenz, quien después formaría Doble Filo, SBS, Cocoman, El Napo entre otros. Este se puede decir que fue el inicio de una avalancha underground, conformada por jóvenes negros, marginado y de barrios pobres que encontraron el rap como un idioma para narrar las vivencias cotidianas de las periferias.
Durante seis años, GRUPO UNO estuvo gestionando la organización de este evento, que se trasladó para el Anfiteatro de Alamar por las mayores dimensiones del espacio. El rap estaba proliferando en la isla como fenómeno cultural y se necesitaban mayores capacidades para la cantidad de público que iba eufórica a los eventos. Mediante las letras de esta primera generación de raperos se comenzaron a tratar temas como el racismo, la discriminación y la pobreza que vivía un sector de la población en una época crítica de la historia cubana.
“Los raperos cubanos dejaban de imitar a los raperos norteamericanos y comenzaban a adoptar una identidad propia, donde cuestionaban a mayor profundidad la realidad política y social de la isla.”
El fenómeno del rap cubano sobrepasó las fronteras de la isla y llegó a la vista de raperos y activistas afrodescendientes norteamericanos. La prensa extranjera también quería saber qué estaba pasando en Alamar. Al anfiteatro fueron figuras como Black Star y aunque ellos en Estados Unidos eran estrellas, en la isla el público prefería a los raperos del patio, según me contaban quienes fueron testigos de esos tiempos.
Tanta fue la relevancia de este movimiento que las instituciones culturales cubanas, mediante la Asociación Hermanos Saíz, usurparon el festival organizado por GRUPO UNO para controlar y censurar las letras que se cantaban. Ya los raperos cubanos dejaban de imitar a los raperos norteamericanos y comenzaban a adoptar una identidad propia, donde cuestionaban a mayor profundidad la realidad política y social de la isla.
Yo conocí al Renso en el barrio, muchos años después de la censura del Primer Festival de Rap. Él era como el padre de todos los frikis de la zona. Yo en ese tiempo intentaba rapear con 12 años y escribía mis primeras letras. Con el Renso fui a las primeras peñas de trova, de rap, poesía y exposiciones. Siendo menor de edad, él me entraba al Buda Bar, un bar alternativo cerca del Morro-Cabaña, caminábamos Guanabacoa y los disímiles recovecos del underground habanero.
A veces llegábamos caminando desde Alamar, después de Poesía Sin Fin, con una botella del vino casero hecho por Juan sin Miedo, al cual le pusimos así porque nos vendía a cualquier hora de la madrugada. Si se nos acababan los cigarros, recogíamos cabos del suelo y así acumulamos cientos y hasta miles de horas de conversación, discusión y aprendizajes.
Una parte de mi adolescencia, de mi pasión por el rap, por el reggae, por la historia, se la debo al Renso, que hoy está cumpliendo años. Felicidadesssss desde estas frías tierras. Ya nos daremos otro abrazo, nos tomaremos otro trago y nos fumaremos otro cigarro.
“Muchas felicidades para Rensoli, si señor fundador del festival de rap en Cuba. Buenos tiempos aquellos, donde también tuve el gusto de estar presente en muchos eventos literarios, plásticos y de poesía gracia a Rensoli. También tuve la oportunidad de compartir con él un gran grupo de grandes amigos en diferentes festivales de rap. Gracias a Renso aprendí mucho sobre la música y la cultura de Jamaica, de África. Rensoli es una de las personas más inteligentes que conozco y con una cultura espectacular. Felicidades, mi hermano, bendiciones miles. Es mi amigo y hermano en lo personal y soy un gran amigo de toda su familia. Sus sobrinas, como sus hermanos, son personas super estudiadas y super cultas. En lo personal, siempre los he admiro mucho”, escribió en Facebook el percusionista Lázaro Velazco, quien además es un gran amigo del Reparto Bahía en la Habana del Este, donde se hizo el Primer Festival de Rap Cubano.