Durante la emisión televisiva del programa Mesa Redonda, del 23 de agosto de 2022, se divulgó información engañosa sobre la situación laboral de las mujeres en Cuba.
En la transmisión, la secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Teresa Amarelle Boué, aseguró que “en su calificación técnica”, el 86% de las empleadas en el país “tienen nivel medio-superior o superior”.
Dicho dato, que es verdadero, se ofreció con una perspectiva triunfalista como muestra de los presuntos “logros de la Revolución” y “de cuánto las mujeres cubanas hemos avanzado en la sociedad”, según la propia Amarelle Boué.
Sin embargo, dicha cifra descontextualizada oculta la brecha de género existente en el mercado laboral del país. A continuación, algunos datos importantes que se omitieron completamente en la emisión de Mesa Redonda.
Población Económicamente Activa
En el año 2020, según los datos publicados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), la Población Económicamente Activa (PEA) en Cuba era de cuatro millones 709 mil 954 personas. De esta cifra total, solo el 39,3% eran mujeres, lo que sería en total un millón 854 mil una mujeres.
Por PEA se entiende al sector de la población en edad laboral que proporciona la mano de obra disponible para la producción de bienes y servicios en un país. Esta cifra está integrada tanto las personas empleadas como las que, sin tener ocupación, la estén buscando activamente.
En Cuba, tres millones 474 mil 220 mujeres están en edad laboral, más aquellas que fuera de ese rango etario, continúan trabajando. No obstante, solo son PEA el 53% de ellas.
Esta cifra se explica porque, del total de la Población Económicamente Inactiva (PEI), es decir, del grupo de personas que aún en edad de trabajar no participan en el mercado laboral, las mujeres representan una amplia mayoría: el 62,39% (o sea un millón 620 mil 219 mujeres, frente a los poco más de 950 mil hombres).
Del total de mujeres que forman parte de la PEI en Cuba, un millón 168 mil 35 lo son por dedicarse a labores domésticas, cuidado de ancianos y otras tareas relacionadas con los quehaceres del hogar. Esto representa un 72,09% del total de personas del sexo femenino que no son económicamente activas.
Sobre esto, explica la socióloga Elaine Acosta, directora del Observatorio de Envejecimiento, Cuidado y Derechos (Cuido60):
“La mayor dedicación al trabajo no remunerado y en particular a las labores de cuidados está muy relacionada con la menor participación laboral femenina y con las altas tasas de desempleo entre las mujeres”.
Situación laboral de las mujeres en Cuba v/s situación laboral de los hombres en Cuba
En contraposición, los hombres inactivos en la economía del país son 976 mil 988. De estos, la mayoría lo son por ser estudiantes, por estar incapacitados o jubilados. Por dedicarse a quehaceres del hogar solo están inactivos 29 mil 615 hombres (apenas un 3,03% de este segmento).
La Encuesta Nacional de Género en Cuba, de 2016, reveló que las trabajadoras cubanas dedicaban 14 horas semanales más (18 en caso de ser PEI) a las labores del hogar que los hombres en igual situación. Sin embargo, según Acosta, este dato podría ser incluso mayor.
“Se estima que, con el paso de la pandemia, esta dedicación de horas haya aumentado de manera notable, con aún mayor carga de trabajo no remunerado para las mujeres”, declaró la especialista a Alas Tensas.
En el año 2015 el porcentaje de la PEA de mujeres era del 36,75%. Es decir, al 2020 esa cifra creció solo 2,56 puntos porcentuales, manteniéndose Cuba en uno de los puestos más bajos de América Latina y el Caribe en cuanto a participación de la población femenina en el mercado laboral, solo por delante de Guatemala, Honduras y Venezuela.
En el programa Mesa Redonda referido también se omitió hablar sobre el nivel de estudios de las mujeres empleadas. Si bien un alto porcentaje de las trabajadoras en Cuba tienen formación preuniversitaria o terciaria, según los datos del Anuario Estadístico del 2020, del total de empleos de nivel superior y medio-superior existentes en el país, las mujeres solo ocupan el 45,83 % de estos.
Brechas salariales
El gobierno cubano no hace públicas las estadísticas relacionadas con las diferencias de salarios entre hombres y mujeres, ni los resultados de las encuestas sobre los ingresos personales. A pesar de esto, análisis independientes sobre la brecha de género existente en el sector laboral permiten aproximarnos a esta situación.
Un estudio publicado en 2019 por el Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe (SEMLAC), asegura que la brecha salarial en Cuba “se relaciona, principalmente, con la segregación ocupacional, vertical y horizontal, así como con la división sexual del trabajo, que asigna funciones de cuidados a las mujeres”. La investigación además resalta:
“Ellas son las que se ausentan más al trabajo por esta razón, con la pérdida de horas laborales y sus implicaciones en términos de salarios”.
En el año 2018, además, las actividades económicas de mayores salarios promedios en el país fueron, como tendencia, ocupadas mayoritariamente por hombres: construcción, pesca, explotación de minas y canteras, intermediación financiera, industria azucarera, ciencia e innovación tecnológica, agricultura y ganadería.
El sector mejor remunerado (el de la construcción) percibía ingresos nominales, al menos tres veces por encima de aquellos relacionados con la cultura y el deporte, por citar ejemplos.
Información oficial más reciente resalta que las mujeres son mayoría en la fuerza técnica empleada en Cuba (66,2%). Sin embargo, ocupan solo el 38,4% de los puestos directivos, generalmente superiores en la escala salarial.
De acuerdo con el MTSS, en el sector no estatal, en el año 2020 trabajaban un millón 548 mil 388 personas. Pero, de este total solo 404 mil 153 eran mujeres (26,10%). Según cita una investigación independiente:
“de forma indirecta, se puede afirmar que ellas reciben menos ingresos debido a su menor inserción en el sector no estatal, donde también ocupan puestos de menor categoría y remuneración”.
También se pueden analizar las diferencias salariales examinando el régimen de tributación. Se supone que este dé cuenta del nivel de complejidad de la actividad desarrollada y su nivel de ingresos. “El nivel más bajo tributa por el régimen simplificado”, asegura el estudio.
En 2016, el 73% de las mujeres con licencia para operar en el sector privado desarrollaban actividades de régimen simplificado de tributación. El 52% de ellas pagaba 30 pesos mensuales o menos, “por lo que se puede inferir que las mujeres acceden, principalmente, a actividades de bajos volúmenes de ingresos”.
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