Cuando Amelia Calzadilla subió su primera directa no imaginaba el alcance que tendría, ni la identificación que lograría despertar en cientos de madres cubanas. Su liderazgo y personalidad provocaron que el régimen comenzara a amenazarla a ella y su familia.
Unos años después, Calzadilla se vio obligada a exiliarse en Madrid junto a su familia, pues vivir en la Isla se hizo para ella cada vez más difícil por sus opiniones sobre la realidad cubana y la represión del régimen. En esta ocasión conversa con Árbol Invertido sobre la situación de las madres en la Isla y sus primeros meses en el exilio.