Los bayameses recibieron a su equipo de béisbol victorioso a ritmo de conga y la salida de tono de los congueros durante la celebración del triunfo de los Alazanes, en la 60 serie nacional beisbolera, llevó a creer a muchos que Bayamo estaba “puesto”, con su fama de ciudad rebelde bien ganada.
Pero no, Bayamo solo se muestra rebelde cuando recibe la orientación expresa de las autoridades locales, y lo hace guiado por las organizaciones políticas y de masas del municipio.
La joven que subió el vídeo con una calle llena de bayameses arrollando al son del estribillo “¡oye, policía, pinga!”, indignada, dejó claro en una directa que nunca tuvo una intención política ni ofensiva contra la policía. Y por cierto, ya eliminó el video de la conga, que se hizo viral, de su perfil de Facebook.
Aparte de manifestar, entre lágrimas, su enfado con quienes manipularon su vídeo sin su consentimiento, aclaró que solo pretendía “llevarles la felicidad del equipo Granma al mundo entero”, y explicó que no tenía nada en contra de la policía o el gobierno, “nada que ver con eso”, aunque no sin comentar: "me puedo buscar problemas".
Así que todo el que imaginó un paralelismo entre un Bayamo irredento y el "marginal" San Isidro, sufrió un error de apreciación. Desde el triunfo de la revolución socialista en Cuba, Bayamo ha luchado para ser visto por sus líderes como uno de los pueblos más dóciles y disciplinados del país. Aquellos arrebatos independentistas que llevaron a los bayameses a prenderle fuego a su ciudad, quedaron atrás. Tampoco viven ya los desobedientes que provocaron todo aquel desorden.
La autora de la directa de la conga disculpa el estribillo usado, con la excusa de que “en las congas se acostumbra a decir eso”, sin “un fin político ni patriótico ni nada”. No hay por qué dudarlo, ¿cuántas congas no han desfilado por las calles de Bayamo con los congueros meneándose al son de “¡pa´lo que sea, Fidel, pa´lo que sea!”? ¡Hasta los parapléjicos saltaron alguna vez, con tal de no ser yanquis! Y no hay que ver una intención política en ello, solo es puro instinto de conservación.
En el vídeo de la conga no se ve ni un policía. Todo muy espontáneo. Claro, si hubiera habido un solo policía por allí, la espontaneidad habría tomado alguna otra dirección y el estribillo no hubiera mencionado para nada a nuestras fuerzas del orden interior.
Así que, todo el que supuso que la ciudad que vio nacer a los revoltosos de 1868 secundarían a Maykel Osorbo y compañía o la huelga de hambre de los santiagueros, puede ir desterrando esas ilusiones de su mente, porque, Bayamo aún sigue las órdenes del Comandante en Jefe, porque “en Granma siempre es 26”.