La gente está de pinga, Luis, en el sentido que significa la palabra pinga.
Anoche salí a una fiesta y te extrañé.
Fue raro no verte con tu casco azul y tus zapatos dorados.
Dentro de mi aburrimiento es fácil extrañar.
Dentro de mi tristeza es aún más fácil extrañar.
Pero yo estaba ahí, comprando cerveza a tres cincuenta (ya está casi a cuatro cañas).
Para cuando vuelvas recuerda que te lo dije: la cerveza es el termómetro de un país. Un país sin cerveza no es un país.
Un país caliente / un país adulterado / un país sin inventariar / un país robado / un país importado.
Un país dispensado.
Qué te puedo decir, no hay ningún chisme…
El documental que te pasé al final lo censuraron, y le di tus felicitaciones a Yandel, él te aprecia mucho.
Hay tremendo revuelo en Facebook, mucha gente apoyando, gente dura, intelectuales de verdad.
Pero, Luis, no será todo eso demasiado virtual? Y el cuerpo que se introduce en el día como se abre una fiera en la pólvora… quién lo pone?
Qué harías tú? Qué harías tú por los demás? Qué harías tú por la intelectualidá?
Ayer pensé ponerme un cartel en las tetas y salir pa’ la calle, pero se quedó en el arranque (arrancar, echarle agua al carburador, aquí nadie funciona bien).
Yo no funciono bien, definitivamente.
Pensé en escribirte un poema, Luis, te lo juro.
Pero hace mucho tiempo que no escribo poesía.
Lo que vi anoche no fue bueno.
Hay mucha indiferencia, hay muchos merengues duros, hay mucha inconsistencia, hay algunos, incluso, que susurran…
Cómo pueden reír, cómo pueden menear el culo.
Yo pensaba en ti, en cómo tú actuarías.
Tú estarías en esa misma fiesta comprando esas cervezas y meneando el culo.
No estarías triste, mientras tú mueves el culo se te ocurren buenas ideas.
Una idea que pueda entender la gente, por ejemplo, cómo usar la bandera.
Cómo usar la ropa de cuando éramos niños, la ropa desvencijada con marcas falsas hechas en casa.
Yo pensé en eso que me contaste de que cuando chama cargabas ladrillos de los derrumbes para venderlos y tener tres pesos.
Porque hay que ser independientes desde la cuna, para ser una cucaracha difícil de aplastar.
Sin embargo, te pienso calvo, te pienso con un número de serie y una causa.
Calvo Luis, qué pinga es eso?
Es necesario eso? que te dejen calvo?
Acaso dejándote calvo te rasuran las ideas.
Las ideas de defender a la misma gente que te deja calvo (dice mi madre que no me siga metiendo en candela, que yo no voy a lograr nada).
Esa guerra la perdieron ellos, nuestros padres.
Tú dirías que no hay ningún referente, que ese es el gran problema.
Cómo sabrían, a ver, dime cómo.
La furia de una ciudad entera.
La furia de una ciudad entera.
Contra quién la furia de una ciudad entera?
La furia de una ciudad entera…
Contra qué?
Yo creo, Luis, que esto se va a poner feo, muy muy feo.
En el sentido que se entiende la palabra feo.
Tú me dirías que hacen falta los poetas.
Yo te juro que no voy a parar de dar el berro.
Aunque mi único logro fuera que me dejasen calva.
En el sentido que significa la palabra calva.
(Tomado, con su permiso, del muro de Facebook de la autora)