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Preguntas adolescentes

Columpios con banderas de Cuba y EUA. Foto: Francis Sánchez
Imagen: Francis Sánchez

Lo mismo que de aquel amor adolescente sólo me queda un gesto vago, cierta inflexión de voz… de aquella fe sólo quedan algunos apuntes, casi borrosos, en una agenda cubierta de mugre y desencantos.

El Joven Amigo, al hablarme de la visita del asesor del Presidente a su facultad de pedagogía, me recuerda uno de aquellos trazos: “La censura es incompatible con el socialismo”, había escrito allá por 2002, pletórico de entusiasmo trasformador. Se trataba de cierta frase lapidaria, dicha en un consejo nacional de la AHS por un Ministro de Cultura melenudo y barbudo, contador de chistes sobre Europa del Este, con fama de haber ejercido su derecho a ser honesto y discrepar con el mismísimo invictus.

Más de diez años después, El Joven Amigo me cuenta acerca del análisis que el asesor hace sobre la penetración cultural, proveniente del imperialismo norteamericano, a través del denominado “paquete semanal”, y de los riesgos que entraña para la cultura cubana el nuevo escenario de relaciones entre los gobiernos de Cuba y los Estados Unidos.

Utiliza —el asesor— términos que me son harto familiares: seudocultura, banalidad, superficialidad, manipulación. Los mismos términos que usábamos nosotros —jóvenes entonces— al denunciar —en aquellas asambleas presididas por el ministro melenudo—, la proliferación de la vulgaridad rítmica en las escuelas, los telecentros municipales que no exhibían —no exhiben— películas cubanas por considerarlas subversivas y, en cambio, transmiten lo peor y más sanguinario del cine de Hollywood, el bloqueo a los cortos de las Muestras de Jóvenes Realizadores en la programación del ICAIC y la televisión nacional, el uso del reguetón más pedestre para atraer jóvenes a los actos políticos, la censura a aquel por hacer tal crítica en una emisora guantanamera y a este por escribir una comedia sobre los promotores culturales salidos como morcilla en combinado cárnico.

El Joven Amigo tiene preguntas —me dice—, quiere preguntar por qué, si tanto daño nos hace el paquete semanal, el gobierno no se ocupa y mejora nuestra televisión desde el punto de vista cultural, por incentivar la producción de audiovisuales nacionales con contenidos de vanguardia artística, atractivos y modernos, acerca de la realidad y la cultura cubanas, por qué nunca salen por los programas estelares grupos portadores como Guasimal, la Tumba Francesa o la Steel Band de El Cobre, por qué no hay una emisora de radio que, desde el centro y el oriente del país transmitan una programación netamente cultural, por qué no acaban de invertir en una fábrica de órganos, por qué no se

enseña a los estudiantes de la Escuela de Música de Manzanillo a picar piezas de cartón al estilo tradicional… Tantas preguntas tiene El Joven Amigo, que alguna vez también fueron las mías.

Lo miro, me cuenta todo eso mientras nos ayudamos a hacer cuclillas con peso en el gimnasio de Ramirito, en Barrio de Oro. “Pero a última hora me arrepentí y no levanté la mano”, me dice el Joven Amigo. Entonces le digo que se tiene que volver a leer La edad de oro de Martí, que de nada le sirve tanto conocimiento, tanto razonamiento, tantas preguntas, si le falta lo principal.

Dos días después nos volvemos a encontrar. El Joven Amigo sonríe y me dice: “Ya sé por qué me mandaste a leer La edad de oro”, y nos ponemos a ejercitar los músculos.

Giordan Rodríguez Milanés

Escritor y periodista Giordan Rodríguez. Foto en revista Árbol Invertido

(Manzanillo, Granma, Cuba, 1973). Narrador, guionista y director de Radio y Televisión desde 1991. Trabajó en Radio Bayamo y Radio Granma. Ganó el Premio en el concurso “Juan Francisco Sariol” en el género de cuento. Ha publicado varios cuentos y ensayos en revistas literarias como Ancora de Ediciones Orto y Ventana Sur de Ediciones Bayamo, y de igual modo obtuvo la Orden al mérito artístico de la Universidad Pedagógica de Granma. Autor de El Casi Libro del Inconforme, Retazos de la Censura (Ed. Orto, Manzanillo, 2011). 

Comentarios:


frank (no verificado) | Mar, 24/05/2016 - 22:12

los hombres piensan como viven..es una maxima de los que creyeron teoricamente y erroneamente que el socialismo era la maxima expresion material y espiritual entre las formas economicas de clases...y este es un ejemplo epico de esa maxima..simplemente el ex ministro melenudo que por un tiempo los intelectuales y artistas cubanos depositaron su confianza y creyeron en el.. dejo de ser la voz que representaba las inquietudes e intereses de la intelectualidad sencilla y de pueblo para convertirse en asesor cultural del presidente ..representando los intereses de una minoria... los pericos por si solos no son capaces de desarrollar un lenguaje propio ..repiten las palabras que el dueño les enseñe o escuchen continuamente ..entre mas palabras repiten ...los dueños los quieren mas...le pasan la mano mas a menudo por la melena..digo por la cabeza y le mejoran su estilo de vida . y este es el caso del ex melenudo..dejo de tener su propio lenguaje para

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