Me preocupa un video que han sacado en Cuba, con ese rígido guion de siempre: "los del problema" no son ni artistas ni intelectuales y casi ni cubanos ni personas, sino delincuentes, "escoria" y además mercenarios que andan en realidad de juerga, pues su huelga sería solo otro performance o un engaño a la opinión pública. Temo que alguien quiere empujarlos a que se mueran y que no hay voluntad de salvar este conflicto, de salvar sus vidas, porque los operarios de la represión que han tratado de borrar a esos muchachos con innumerables arrestos, durante tanto tiempo, con todo tipo de violencia y acoso, llevándoselos presos hasta por leer poesía en la vía pública, pero sin lograr doblegarlos ni conseguir que se vayan del país, seguramente pueden conocer mejor que nadie su grado de determinación.
Y temo que la impotencia de no haber conseguido nunca quebrarlos, precisamente esté haciendo apetecible para mentes enfermas contar con su suicidio. El Estado, responsable de las vidas de todos los cubanos y sus derechos fundamentales, podría hallarse cerca de convertirse en responsable de un gran crimen, por acción o por omisión. Toda la sociedad cubana sería en realidad responsable.
Atendiendo al video aludido, donde presentan la compra de alimentos y su introducción en la casa: sí, por supuesto, no todos los que se encuentran hoy dentro de esa casa en Damas 955 están en huelga de hambre, hay un grupo de apoyo, incluso una paciente de cáncer que necesita alimentarse. Y, respondiendo a quienes dicen que las huelgas de hambre en Cuba siempre son mentira, o que de ellas siempre se sale riendo: Pedro Luis Boitel, poeta y líder estudiantil cubano, murió en huelga de hambre en 1972; Orlando Zapata Tamayo falleció estando a cargo de sus carceleros en 2010; y hace tan poquito como en agosto de este año falleció en Camagüey, también en la cárcel, el cubano Yósvany Aróstegui Armenteros.
No queda mucho tiempo. Hay algunos en huega de SED. Ya han pasado más de cien horas. Nadie puede sobrevivir más allá de pocos días sin tomar agua.
Me pregunto por la Iglesia Católica que ha actuado en años anteriores para facilitar el destierro de presos políticos, ¿no puede mediar YA para salvar estas vidas? Espero que el hecho de que sean cubanos que quieren (y deben) seguir VIVIENDO en Cuba no se convierta en un impedimento. Para empezar, si eres católico cubano y estás en cualquier parte de este mundo, puedes hacer algo sin correr peligro: busca a tu pastor, a tu obispo, al cardenal, al Papa, y háblales, escríbeles, tócales a la puerta, interrúmpelos por favor, para que hagan algo, para que se enteren que Cristo está preso, y está pasando hambre y sed, y se puede morir.