El humorista y escritor cubano Jorge Fernández Era renunció a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en protesta por la expulsión de la prestigiosa profesora y académica matancera Alina Bárbara López Hernández, ocurrida el pasado 12 de septiembre.
Ambos intelectuales han sido brutalmente acosados en los últimos años por parte de la policía política del régimen cubano y la organización que supuestamente debería defender “el derecho a la información, a la palabra, al ejercicio del criterio, a la más amplia libertad de creación”, no ha hecho más que plegarse ante la represión del Gobierno.
En una carta pública compartida en su perfil de Facebook, Fernández Era critica duramente la falta de apoyo por parte de la UNEAC ante los problemas que él mismo ha enfrentado, como cuando su obra humorística fue cuestionada por las autoridades cubanas.
Según relató, la respuesta de la organización fue desentenderse del asunto, calificándolo como un "problema personal". Este comportamiento, denuncia, muestra la postura servil de la gremial de artistas ante los órganos represivos del Estado, contribuyendo a acallar voces críticas.
El humorista y escritor consideró que la expulsión de López Hernández “se suma a capítulos tan repugnantes como las UMAP, la Parametración, la Primavera Negra, el manotazo del ministro...” y aseguró que la UNEAC ha demostrado ser una fuerza paramilitar “al servicio de los dictadores de turno”.