El conflicto en Ucrania provocado por la invasión rusa sigue generando acciones de las principales organizaciones internacionales, como la propuesta en este comienzo de semana de un debate urgente en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Cuba, sentada en esa posición privilegiada de la ONU a pesar de sus flagrantes violaciones en materia de derechos, fue uno de los cinco estados que desestimaron la necesidad de juzgar al régimen de Vladimir Putin.
No obstante, la propuesta fue aprobada con una mayoría de 29 votos a favor y 13 abstenciones, además de las negativas de Cuba, China, Eritrea, Venezuela y la Federación de Rusia, naciones que año tras año se ubican en los últimos puestos de los listados que en materia de respeto y reconocimiento de los derechos humanos elaboran grupos de especialistas como Human Right Watch o la propia ONU.
Por el área de las Américas, Estados Unidos, México, Bolivia, Honduras, Brasil, Paraguay coincidieron en llevar el tema de Ucrania a la mesa de diálogo con carácter urgente, los que implica la valoración de acciones más radicales con respecto a Rusia. Norteamérica ya tomó la delantera y expulsó este lunes a 12 diplomáticos rusos ante la ONU, a quienes acusó de "espionaje".
La solicitud del debate en Naciones Unidas partió de la delegación ucraniana, cuya embajadora ante el bloque de estados, Yevheniia Filipenko, envió una carta considerando que esta sería una "respuesta al deterioro extremadamente grave de la situación de los derechos humanos en Ucrania como resultado de las hostilidades de Rusia en territorio ucraniano".
La Unión Europea, por su parte, aprobó las conversaciones. El organismo tiene en sus manos también la incorporación de Ucrania a Europa, tras el pedido oficial del presidente Volodimir Zelensky, quien en un emotivo discurso ante el Parlamento Europeo solicitó un "procedimiento especial" para integrar la Unión.