La activista, curadora e historiadora de arte Anamely Ramos González hizo pública este martes 22 de marzo su decisión de pedir la extensión del visado en Estados Unidos, con el objetivo de permanecer de manera legal en el país desde donde intentó viajar a Cuba y en donde lleva a cabo desde hace más de un mes una protesta por su derecho a regresar a la isla.
"Cuando no pude abordar el avión hacia Cuba mi primer pensamiento fue dejar que la visa se venciera en abril, esperando que mi ilegalidad forzada presionara de alguna manera y ayudara a mi regreso, que sigue siendo hasta hoy mi deseo, además de mi derecho. Sin embargo, en la medida en que he ido comprendiendo el proceso, me doy cuenta de que si me quedaba ilegal no conseguiría nada pues la lista de deportados es de cientos de personas a las que Cuba supuestamente debe aceptar y no lo hace)", contó Ramos.
La activista, con una visa de turismo en la nación norteña, fue impedida de abordar un vuelo de American Airlines (AA) el pasado 16 de febrero. En esa oportunidad los representantes de la aerolínea explicaron que se trataba de una decisión del régimen cubano, de obligado acatamiento para la compañía. Tras semanas de protesta frente a la sede de AA en Miami y con la confirmación de la negativa del régimen de la isla a permitirle regresar, Ramos viajó hasta Washington para continuar sus demandas en las cercanías de la embajada cubana.
"En un momento en que parece que habrá una flexibilización de las relaciones Cuba-Estados Unidos, la dictadura sigue sin cumplir ningún acuerdo y sin contribuir a la humanización o alivio de ningún cubano en ningún aspecto. Lo más grave es que sentí que quedándome ilegal contribuiría a la normalización de mi caso, pues quedarse ilegal es el primer paso de todo cubano para esperar el año y un día y acogerse a la Ley de Ajuste Cubano", continuó Anamely, quien resaltó la complicidad de AA con el régimen totalitario y sus violaciones de derechos humanos.
Ramos, quien terminó recientemente la primera etapa de un doctorado en Antropología en la Universidad Iberoamericana de México, estaría siendo condenada al destierro por la dictadura cubana, a pesar de lo cual expresó su deseo de persistir en el camino de activismo que ha transitado desde hace varios años hasta la fecha.
"No sé si la forma tendrá sentido a largo plazo pero es la encontré ahora mismo para seguir en la pelea, la que me parece más acorde con el desastre que viven los cubanos de la Isla, los presos a los que están condenando, entre ellos Maykel y Luis. Es mi manera de resistir", remarcó.