Pasar al contenido principal

Poesía cubana

Detén en mí tu fineza / de muchacha desposada / y el rastro de tu mirada / me limpie tanta tristeza.

El poeta cubano Jorge Enrique González Pacheco lee "Ser o no ser", uno de los textos de su poemario "Habitante invisible", publicado por Ediciones Deslinde.

"en la inquietud del espacio/ como bebitos del tiempo"

"...Me sacudes las esperas que nadie / prohibió / y ya sé que te acercas, / sagrada / como una procesión de las horas / para un moribundo...".

"...Si pudiera comprar la Luna / que tiene luz de sol / que es luz escapada / como hija pródiga / Para mí / siempre fue una boca suspendida en esperas…".

"...Mi hermana duerme / inquieta / y yo me quedo con domicilio en su fantasma, / abro de par en par sus ilusiones, / sacudo sus telarañas de enojo...".

"...Una casa para llevarla sobre el cuerpo / y rehacerla cada tarde. / Colocar la última losa en el suelo, / sobre el latido de las lombrices...".

"...Hoy Cuba es solo un depósito / de odio y resentimiento. / Anda suelto satanás / y en los resquicios del alma / no florece ni una palma / que apalee a Barrabás...".

"...Retando al viento / el chubasco silencia / la danza de hojas. / El manto de la / superficie del lago / desaparece...".

"...Las cortinas se deslizan, ponen fin al concierto y / vuelven, / una lluvia de lirios del valle cae como diminuta brizna...".

"...El frío de la madrugada petrifica el cuerpo sobre el desagüe, / un agente de turno lo voltea, un rictus dislocado y cubierto de lágrimas...".

"Una sombra descompuesta se hunde en la pared, / con ella arrastra otra sombra, como un títere la levanta / para sepultar detrás de la alfombra su cabeza...".

"Estoy en el Jardín bajo el Árbol Prohibido, /el aire se esconde, / no sé por qué no acudes, / me estremezco mirando la desnudez del Árbol / y quedo prisionero de tus voces".

"No sé cómo bajarme de tus ojos. / Tengo apetencia por compartir tu mesa, / repatriarte en mis brazos".

"Que el tiempo anule estos días grises / y los eche al olvido / y nunca más sus voces nos atormenten / y en años leas este libro / y solo distingas luz entre las sombras".

"Soy un hombre cobijado por la corrupción, / piedra donde el pecho sangra / y el zapato inventa un pasodoble".

"Hay que cruzar el país, / asirse a la hora, / decir la palabra justa / y rasgar en la noche / tu nombre una y otra vez".

"Hay que cruzar el país, / asirse a la hora, / decir la palabra justa / y rasgar en la noche / tu nombre una y otra vez".

"El mar era una loba ciega, y no clavamos las tablas, no las juntamos. De la playa huimos hacia lo más hondo, a una cueva, al tazón de la memoria".