Pasar al contenido principal

Opinión

"Pasa el tiempo y aquí no cambia nada", frase repetida por una buena parte de la población cubana, sirve como punto de partida para esta reflexión.

A través de su relación con algunos de sus familiares y amigos, el autor nos acerca a su amplio universo literario, ético, cinematográfico y culinario.

Hay diferentes maneras de "padecer" la vida en Cuba. Algunas, incluso, pueden ayudar en nuestro crecimiento humano y espiritual.

Nuestros padres fundadores, Félix Varela y José Martí, priorizaron en la mayoría de sus escritos lo relativo a la moralidad de la nueva república cubana.

Esta suerte "cultura de la cancelación" que se ha erigido en Cuba amenaza con hacer desaparecer el debate ético y civilizado en la Isla.

La indisoluble relación entre la realidad (sea cual sea su condición) y la escritura es, según la autora, el punto de partida de cualquier proceso de ficcionalización.

Varias son las causas que impulsan a que algunos cubanos permanezcan voluntariamente en la Isla a día de hoy. En esta reflexión, su autor nos desentraña tal "misterio".

Usando como punto de partida las palabras del escritor serbio-peruano Goran Tocilovac, el autor de esta reflexión se enfrenta resolutivo a la "dictadura de las imagenes".

"Es verdad que los cubanos hemos tenido acceso universal y gratuito a la salud, pero en los últimos años esa es también una realidad en descomposición."

Asistimos en este ensayo a la descripción de los procesos legitimadores en el entramado de la cultura occidental, su vigencia y contrastes respecto de las lenguas nativas de Latinoamérica.

A partir de hechos tan disímiles como la Cumbre CELAC-Unión Europea o la visita de Díaz-Canel al Papa Francisco, Dagoberto reflexiona sobre la falsa autoridad que se arroga el gobierno cubano.

La insufrible crisis política, económica e incluso moral que está padeciendo la Isla parece haber desatado la violencia entre sus habitantes, escépticos y agobiados. El aumento de los asaltos y los asesinatos es prueba de ello.