Su voz, marcada por una sensibilidad crítica, un humor lúcido y una estética de lo cotidiano, deja una impronta en la tradición de la narrativa cubana.
"Como escritor, siempre he apreciado la capacidad de Félix para explorar el absurdo de la vida cotidiana, su fino sentido del humor, su ironía" (Aida Bahr)