El filólogo cubano Yoandy Cabrera denunció en su perfil de Facebook que la enciclopedia virtual oficial de la Isla, EcuRed, eliminó de la ficha dedicada al poeta Delfín Prats la referencia a su primer y censurado poemario, Lenguaje de mudos (1968).
“Han revertido los cambios en EcuRed en la página de Delfín Prats. Alguien no quiere que el título Lenguaje de mudos aparezca en la ficha de Delfín. Ni tampoco algunas de sus publicaciones recientes”, escribió Yoandy.
Cabrera, que se ha dedicado a estudiar a profundidad la poesía cubana de dentro y fuera de la Isla, agregó que la persona “que ha revertido los cambios no es un usuario estándar como yo. Todo lo contrario, está registrado como Arnold Santana y es técnico general de EcuRed en el Palacio Central de la Computación, ubicado en Centro Habana.”
El autor de la denuncia, quien había intervenido en la enciclopedia cubana en la red enriqueciendo la ficha de autor de Prats que, por decisión de los administradores del sitio, fue retirada, denunció además que su acceso al sitio había sido bloqueado.
“Agregar a la ficha de un autor títulos publicados por él lo mismo dentro que fuera de Cuba ha sido considerado ‘vandalismo’ por uno de los trabajadores moderadores de EcuRed. Aunque sepamos que estas prácticas son lo común, no salgo de mi espanto”, precisó, al explicar las razones esgrimidas por EcuRed para vedarle el acceso.
EcuRed, presentada como una “enciclopedia colaborativa en la red cubana”, creada en 2010 para “crear y difundir el conocimiento, con todos y para todos”, y entre cuyos principios está la posibilidad de que los usuarios se registren para participar en ella, en realidad reproduce las políticas editoriales del régimen cubano, que suele omitir o tergiversar la obra de escritores y artistas exiliados o cuya creación las autoridades cubanas desaprueban.
En el caso específico del libro borrado de la ficha de Delfín Prats, se trata de uno de los casos más extremos de censura literaria que recuerde la historia cultural cubana del período socialista.
La edición de Lenguaje de mudos, Premio David 1968, nunca vio la luz debido a que, una vez salido de imprenta, su contenido fue considerado inaceptable y los volúmenes acabaron convertidos en pulpa de papel.
“El libro mío fue como arrojado por el agujero de la memoria. Es decir, no circuló, no llegó a venderse, no llegó a presentarse, no se habló de él para nada”, contó el poeta a La Gaceta de Cuba treinta y ocho años después de los sucesos.
Además de sufrir la destrucción de su libro, en medio de un período sociopolítico de oscurantismo y persecución de los intelectuales que criticasen o desafiaran al gobierno, así como de conductas sexuales que eran consideradas “desviaciones” de la “moral socialista”, Delfín Prats fue condenado a dos décadas de ostracismo, marginado de las esferas literarias, los encuentros de escritores, y de todo tipo de publicación en Cuba.
Debido a su homosexualidad, fue además enviado a los campos de trabajo forzados conocidos como Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP), en los que el régimen cubano buscaba “reformar” a religiosos, homosexuales, artistas (incluyendo actores, escritores, pintores y músicos), o simples asiduos de la bohemia de entonces, entre otros sujetos con presunta “conducta impropia”.
En ese período de persecución, a Delfín Prats se le impidió ejercer como traductor de ruso, profesión para la que había sido preparado tras estudiar ese idioma durante más de dos años en la antigua URSS.
Solo dos décadas después, con la publicación de su cuaderno Para festejar el ascenso de Ícaro, el régimen permitió su “rehabilitación”. Ese cuaderno, que mereció el Premio de la Crítica Literaria en 1988, fue seguido por Cinco envíos a arboleda (1991), Abrirse las constelaciones (1994), Lírica amatoria (1994) y El esplendor y el caos (2002), todos a cargo de Ediciones Holguín.
Más adelante, incluso, el Ministerio de Cultura le entregó la Orden por la Cultura Cubana, con la que el Gobierno reconoce a artistas vinculados al discurso oficial, y el premio Maestro de Juventudes, de la oficialista Asociación Hermanos Saíz.
Lenguaje de mudos ha tenido ediciones diversas, aparte de la original que fue destruida.
Desde su exilio en Madrid, el poeta cubano José Mario Rodríguez publicó sus poemas en Ediciones El Puente, en 1970. Y, en 2013, la editorial Betania lo editó bajo el cuidado del poeta y editor cubano Felipe Lázaro.
No obstante, el propio Delfín Prats había incluido los poemas que integraron el libro original en Para festejar el ascenso de Ícaro (donde seleccionó ocho) y en Abrirse las constelaciones, donde sí reunió los trece que integraron el libro de 1968.
Ediciones La Luz de Holguín grabó en 2011, en formato mp3, una selección de aquellos poemas, y en 2019 le editó una Poesía completa con esos textos.
Yoandy Cabrera fue precisamente el editor de la Obra poética 1968-2013 (Hypermedia, 2013) de Delfín Prats, una edición crítica en cuyas palabras de presentación se subraya la influencia que este autor ha ejercido sobre nuevas generaciones que lo siguen leyendo con fervor, y cómo “supo hacer del silencio impuesto por casi veinte años un estilo de vida, un modo de pervivencia en la sombra”.