En la mañana del sábado 21 de mayo el artista Luis Manuel Otero Alcántara anunció a través de sus redes sociales que subastaría la bandera cubana que utilizó para el performance Drapeau. La licitación, que se realizará a través de Facebook a las 3pm del miércoles, hora de Cuba, tiene como objetivo donar el dinero al estado cubano, en la figura de su presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con el objetivo enfrentar la pandemia creada por el covid-19.
Esta noticia no tardó en generar polémica en las redes sociales. El artista Ángel Delgado, quien llegó a cumplir prisión en 1990 por su performance La esperanza es lo último que se está perdiendo, se mostró en desacuerdo con la idea, al considerar que es preferible donar esos fondos a una familia aquejada por el virus que al gobierno cubano.
El escritor y guionista Carlos Ferrera Torres también utilizó sus redes sociales para pronunciarse al respecto. Dirigiéndose a Otero escribió: “Tu acción ‘artística’ de emergencia me entristece, tu gesto simbólico está vacío de contenido Luis. Es una performance política absurda e innecesaria, nada resolverá, y solo demostrará lo mismo que ya sabemos: que la dictadura se caga en sus víctimas. ¿Apelar a qué parte humana del sistema? ¿A qué conciencia?”
Desde el oficialismo tampoco tardaron en aparecer los críticos, entre los que sobresalen el Viceministro de Cultura Fernando Rojas, que en su cuenta de Twitter se expresó sobre los que se hicieran eco de esta noticia: “es momento de no escucharlos y condenarlos. Toda persona decente debe respaldar al gobierno cubano y trabajar para la salud de todos”.
Por su parte Alexis Triana Hernández, director del Centro de Comunicación Cultural del Ministerio de Cultura de Cuba publicó un tweet donde califica al artista como “rata de alcantarilla” y luego añade: “Si se atreve en analógico, recibiría de una vez por el pueblo su merecido”, clara evocación de los actos de repudio, uno de los momentos más lamentables de la historia reciente cubana.
No fueron pocos los que salieron en defensa de esta acción, entre ellos la artista Camila Ramírez Lobón, quien catalogó este gesto como “simbólico, simple, claro y en positivo”. También señaló que “lo que queda claro es que los gestos de Luis Ma siguen siendo provocadores para todos. Y me encanta cómo en esos casos los extremos se tocan, reaccionan de la misma manera, con argumentos y pasiones similares. No miremos cómo nos provocan sus gestos, sino por qué”.
La historiadora del arte Yanelys Nuñez Leyva defendió que “Lo que está haciendo Luis Manuel es un gesto natural y humano, primero, estar alerta ante lo que viene y luego exigir a esos que dicen que son el gobierno, que hagan su maldito trabajo ante una crisis como esta […] cada quien hace lo que puede. Basta ya de estar buscando héroes, líderes, de estar presionando a la gente que medianamente quiere ser libre dentro de Cuba”.
Mabel Cuesta, académica y escritora cubana, profesora de University of Houston, opinó en su muro de Facebook:
"No me griten que estoy empezando a pensar esto. Quiere decir que estoy autorizada a desdecirme en cualquier minuto. Creo (solo creo) que lo que LMOA está proponiendo con la subasta de la bandera y la donación de los fondos al presidente es una performance más. Una que intenta sobreponer el carácter emergente de esta crisis y la urgente respuesta humanitaria para sortearla a las ideologías. Intuyo que está esperando una reacción oficial que rechace los fondos y que con eso desvele (una vez más) la imposibilidad y/o interrupción del diálogo entre artistas y Estado. Pero poniendo siempre a los actores de este último en jaque. Es solo una idea".
El propio Luis Manuel Otero en la tarde del domingo colgó un video en sus redes explicando que al ser Miguel Díaz-Canel quien gobierna en Cuba, él lo considera responsable por la gestión de la crisis que puede generar esta pandemia. Por tanto, se reafirma en la idea de entregarle este dinero, ya que “es solo el régimen totalitario quien tiene la capacidad de dar nasobucos a los cubanos”.
“Y yo con mi gesto —añadió el artista— no le quito la responsabilidad al régimen, que es quien tiene el poder de los hospitales, de las medicinas, de las comunicaciones. Le estoy exigiendo que asuman esa responsabilidad que tienen […] pero le exijo con mi ejemplo. Ellos culpan a la falta de dinero, al embargo, entonces les voy a donar mi obra, mis recursos, mi poco dinero, a ese jefe del barco que se está hundiendo”.
La obra Drapeau, en la que Alcántara realizó una serie de autorretratos con la bandera como toalla, bata, sábana, entre otros objetos de uso doméstico, causó mucho rechazo por parte del oficialismo durante el verano de 2019. Actualmente Luis Manuel tiene pendientes dos juicios por los delitos de “daño a la propiedad” y “ultraje a los símbolos patrios”, que pueden significar entre 2 y 5 años de prisión.