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Los marcianos llegaron ya

La llegada de un robot "yanqui" al planeta Marte, y el surgimiento de un himno cubano alternativo como "Patria y vida" contra la consigna oficial de "Patria o muerte", son nuevas noticias para reflexionar sobre Cuba y la "chealdad tiránica".

Montaje. Yotuel, Alcántara, marcianos llegaron ya

Y llegaron bailando el ricochá.

Es hora de recordarlo, puesto que el robot del país imperialista invasor ha sido depositado en Marte.

Ya ni siquiera respetan los planetas.

China va a hacer lo mismo, pero no es verdad que han ocupado el territorio de los uigures, a los que no les gusta Confucio sino Dios. Tampoco gusta en el Tibet, pero ellos reencarnan, así que pronto estarán viendo el fin del imperialismo pekinés.

El orbitador marciano de Emiratos Árabes Unidos sí que es imperialista. Ese país desértico, con menos población y territorio que Cuba, en donde se vivía en carpas cuando los cubanos construíamos el Hilton y el Focsa, ha imperializado el Golfo Pérsico de una manera brutal.

El otro turismo que hay en el área es una verdadera porquería.

Esos árabes están tratando de invadir Marte, un desierto. De alguna manera les pertenece.

Pero los cubanos nos habíamos adelantado, porque somos superiores y muy antimperialistas.

Así que por donde está ahora la Ciudad Deportiva apareció un platillo volador.

Lástima que no hubiera redes. Pero la televisión imperialista transmitió la presencia del platillo y el planeta estuvo en vilo.

Rosita salió del platillo cantando el ricochá.

Porque nadie gritaba Patria o muerte.

Cintio Vitier me hablaba con indisimulado aunque discreto orgullo de lo que él llamaba la lisura republicana.

Fina con abrigo de visón… Lezama escribió: Señora piel, oleaje… Maravillosa décima.

Me consta que a los Vitier les gustaba y defendían el estar muy bien vestido en casa, no en la calle.

La casa como reino de la vida, y la capa de armiño.

Martí casi no comía y dormía poco. Tenía sarcoidosis y estaba muy ocupado en sacudir la modorra y la miseria de sus contemporáneos. Luego lo acabaron con unos tiros.

¿De quién es esto?

 

Mucho, señora, te diera

Por desenredar el nudo

De tu roja caballera

Sobre tu cuello desnudo.

 

Hay una leyenda de que un cubano que lo remató le dijo: "¿Martí, usted qué hace aquí?"

Hacía todo ahí, hacía Cristo ahí, pero no quería estar ahí, sino con la pelirroja.

Le encantaban los abanicos y las orquídeas. Lean.

El cura Varela decía que la isla tiene sus encantos.

Vivió en el ascetismo y el sacrificio, y nunca nos predicó ese extremo, que es para pocos, para santos, para él, el padre Valencia, Martí y Olallo.

Nos conocía.

Si la Cruz no va a la Resurrección, que es Vida en Abundancia, es masoquismo, no Cruz.

La Cruz es voluntaria y por amor, no para la muerte sino para la Vida y el Amor Absolutos.

Pero los marcianos, disfrazados de turistas yanquis, como en un serial californiano de las tres de la tarde, van a llegar.

Y a no dudar llegarán bailando un chachachá o un bajanda o un reguetón de Yo, tú, él, ellos, ellas, nosotros y el Pueblo Mundial.

Porque somos contagiosos con eso de la lisura republicana.

Y no nos gusta la chealdad tiránica, la muerte para nosotros, no para tú y él y ellos, los mayimbes.

En la guerra civil contra Batista solo murió un comandante. En circunstancias misteriosas, que estudian los historiadores. El general Antonio acumuló no sé cuántas heridas.

Unos cuantos comandantes quedaron para semilla. Y para las pesquerías. Y los cotos de caza, pero sin Robin Hood. Y las elegantes jaurías.

Según Carlos Franqui, Camilo se encueraba en su patio de la comandancia, se tiraba al Almendares y nadaba hasta el barquito donde estaba la niña de esa noche.

Las barbas lo ponen a uno cool y sexy. Incluso a los sesenta.

Con todo, han acabado con una preferencia por los crematorios, los cementerios aparte, para no confundirse con el pueblo, y la necrotrova entusiasta del fin.

Pues el revolucionario es ateo y acaba diciendo como la pobre Rita Montaner al final de una película: Se acabó.

Que se acaben ellos.

Porque creemos en la Vida en Abundancia.

Queremos Patria en la Vida. Sentirnos propios en la Vida. En la vida propia y en la Vida. Dueños. Con Dios.

Queremos Vida en la Patria. Que nuestros actos de respeto y libertad sean compartidos por nuestros hermanos, en respeto y libertad.

Patria y libertad, dijeron Martí y Gómez en el Manifiesto.

En cuanto a la necropatria, está en estado de necrosis.

Porque los yanquis llegaron ya, como turistas.

Incluso a Marte.

Y como son cubanos, llegarán bailando un cha cha chá.

 

19 de febrero de 2021.

 

 

 

Rafael Almanza

Rafael Almanza

(Camagüey, Cuba, 1957). Poeta, narrador, ensayista y crítico de arte y literatura. Licenciado en Economía por la Universidad de Camagüey. Gran Premio de ensayo “Vitral 2004” con su libro Los hechos del Apóstol (Ed. Vitral, Pinar del Río, 2005). Autor, entre otros títulos, de En torno al pensamiento económico de José Martí (Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1990), El octavo día (Cuentos. Ed. Oriente, Santiago de Cuba, 1998), Hombre y tecnología en José Martí (Ed.  Oriente, Santiago de Cuba, 2001), Vida del padre Olallo (Barcelona, 2005), y los poemarios Libro de Jóveno (Ed. Homagno, Miami, 2003) y El gran camino de la vida (Ed. Homagno,Miami, 2005), además del monumental ensayo Eliseo DiEgo: el juEgo de diEs? (Ed. Letras Cubanas, 2008). Colaborador permanente de la revista digital La Hora de Cuba, además de otras publicaciones cubanas y extranjeras. Decidió no publicar más por editoriales y medios estatales y vive retirado en su casa, ajeno a instituciones del gobierno, aunque admirado y querido por quienes lo aprecian como uno de los intelectuales cubanos más auténticos.

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