Pasar al contenido principal

La indulgencia de la roca

Sombrillas bajo la lluvia. Foto: Ileana Álvarez
Imagen: Ileana Álvarez

CALLEJON SOLÍS

Cuando mi padre cantaba Veinte Años

yo desconocía de ciertos sabores

disponibles en la mesa.

los bares adonde  madre solía acompañarlo

bajo las dos sombras de la noche.

Una grácil sonrisa sacude mi memoria,

vuelvo al patio de cercas de Campanillas

agua fresca del brocal

espacio donde la Güira

era la señal  del  colindante

la palma donde el vecindario 

abanicaba el mediodía.

 

Hasta la hora que  madre me encomienda que visite

a sus hermanas,

Voy a seguir quieta esperando a los ausentes

ellos  evocarán lo que yo ignoro.

padre dirá entonces,

—niña ven a dormir—

te seguiré cantando.

 

LA INDULGENCIA DE LA ROCA

Piedra de agua

filtro irreverente que veo sudar

y no rendirse.

Traída tal vez de los Alpes apuanos.

por un ignorado florentino  

que agasajó las dominios de Palmira.

 

Aún te sometes como las sirvientas

que llegan antes del alba.

 

PIEDRA DE RÍO

Escucho el sonido de la piedra

madre macerando la carne.

Me recuerdo niña junto al pozo artesano,

observando el chorro de agua

que con fuerza sacaba mi padre,

la tinaja en un rincón de la cocina

 

Ahora lamento el no tener la ventana

para leer en las tardes a  Poe

y coleccionar zancudos.

Aquel homenaje a la navidad

donde el algodón simulaba

la anciana barba del mago.

 

Éramos como las aves

bajo vivarachos montes de almez.

 

MUJERES DE DOMINGO

Mujeres de domésticas labores

blasfeman los amaneceres,

con el percutir de sus apaños.

Renacidas con agua de lavanda

se sientan  los domingos en las aceras

e intiman su apego al sinsentido

Pero nadie puede abandonar el tiempo que lo acecha

el  extraño sentimiento de llorarse a si mismo.

 

Tal vez si repujaran sus sayuelas

 con un heráldico sobrenombre,

descendieran  jóvenes de un cielo  inocente,

sin embargo los días hurgan ante la puerta

y la familia ya es una ausencia.

Bárbara Yera

Bárbara Yera. Foto en revista Árbol Invertido

(Ranchuelo, Villa Clara, 10 de enero de 1962). Poeta. Forma parte del grupo de poetas Voces por la paz. Pertenece a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Sus textos aparecen en antologías y revistas nacionales y extranjeras. Finalista del “Premio de Poesía Gaceta de Cuba”. Primera Mención en el “Premio Fundación de la Ciudad Fernandina de Jagua”, en su edición de 2004. Ha publicado los poemarios  Ausencias en la casa (Ed. Sed de Belleza, 1995), Libro de las decapitaciones (Reina del Mar Editores, 2001), Los viajes de la sarga (Ed. Capiro, 2004), En sepia (Ed. Mecenas, 2005), Los bosques posibles (Amarillo Editores, México, 2007) y Rusticana (Ed. Letras Cubanas, 2012). 

Añadir nuevo comentario

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.