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Inventarme en el vacío

Muchas velas encendidas. Foto: Ileana Álvarez
Imagen: Ileana Álvarez

YO VIVÍA EN EL CENTRO DE UN LAGO

Yo vivía en el centro de un lago.

En un extremo lloraban los vencidos,

en la otra margen se iba fundando el alba.

 

Mentían los presagios.

La vida, de secreto a secreto,

nunca exhibe la misma máscara.

 

Vivía en el centro de un lago

y me ahogaba antes de que amaneciera,

por eso hablo siempre en espejismos

y ya no pertenezco a ningún puerto.

 

Me hundía en las muchachas

y su penumbra para llegar a Dios,

aunque las hojas hiriesen sus vitrales.

 

Viví la fiebre de sus aguas,

una isla erigí después del miedo,

sólo a los inocentes les abriré la puerta.

 

INVENTARME EN EL VACÍO

En la balanza,

otros ojos definirán mi luz y mi tiniebla.

 

Mi propia nobleza fue la espada enemiga

y navegué muy solo,

sin poder elegir el arpa o el Infierno.

 

Qué denso es el camino de dos caras.

Si mentí, fue para inventarme en el vacío.

Si viajé sin llegar a la muerte,

fue para mí un misterio.

 

Vengo desde un pozo

adivinando el mundo entre la incertidumbre,

mientras un viejo siglo cruza

ante ese juez más sabio que es el tiempo.

 

ASÍ JUSTIFICAMOS EL TERROR

Uno se bebe el cielo cuando atardecen las ciudades, se desliga del mito y tensa otra figuración de la anarquía, que nos fragmenta al delinear la identidad en Juan o Pablo, el norte o el oeste. ¿Qué pensarán los otros cadáveres del mío?, si vamos camino a una densa estocada al trasegar los imperios que nos signa el espíritu, el peso de sus bajas profecías. Así justificamos el terror de trascender la oscuridad vivida, en bodas que traducen en cada lid algún significado: son muy breves las semanas del hombre.

 

                               A

                              los

                          marinos

                      no les alcanza

                   este desierto azul

        para entrever a Dios como un deseo,

           ni a mí para medir la soledad

                de un hombre anclado.

 

SI SE ACERCARA EL FIN

Junto al cementerio toca una banda municipal,

las efigies de sus músicos

labran una oración bajo la arena

y en sus notas se fugan los domingos.

 

Si lloviese, la cruz sería culpable.

Si pasara un murciélago

y se acercara el fin,

ninguno de nosotros hurgaría en sus ruinas.

 

Entonces, ¿por qué negar el testimonio

de esos seres que aplauden

como si tañeran la única certidumbre?

 

Has sentido de golpe cómo pasan las horas,

ya nada probará cuánto has vivido.

Desunes estos naipes en que lo cuentas todo

y aún te aguardarán,

antes de ser la arena donde tocan los músicos.

Agustín Labrada

Escritor Agustín Labrada en revista Árbol Invertido 2016

(Holguín, Cuba, 1964). Estudió Literatura y Español en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (Cuba), y Ciencias de la Comunicación en la Universidad Interamericana para el Desarrollo, en México, país donde vive desde 1992. En Cuba dirigió la Sección de Literatura de la Asociación Hermanos Saíz de Jóvenes Escritores y Artistas; en México, la revista Río Hondo, el programa radiofónico Una puerta al mar y el Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén. Es autor de los poemarios La soledad se hizo relámpago (1987, 2013, 2015), Viajero del asombro (1991, 1995, 1997) y La vasta lejanía (2000, 2005); y de la antología poética de la Generación de los Ochenta en Cuba Jugando a juegos prohibidos (1992). Ha publicado los libros de periodismo cultural Palabra de la frontera (1995), Más se perdió en la guerra (1999, 2016), Un paseo por el Paraíso (2006), Seis caminos (2012) y Ellas están de paso (2013); y el de ensayos Teje sus voces la memoria (2011). Fue finalista del Concurso Internacional de Novela Herralde, de la editorial Anagrama (España, 2013); y ganador del Premio de Ensayo de la Editorial Dante (México, 2010) y del Premio Internacional de Poesía de la Municipalidad de La Arena (Perú, 2015). Sus poemas figuran en más de 50 antologías en el mundo; algunos han sido traducidos a inglés, francés e italiano; y otros aparecen en los discos Un lugar para la poesía, Guerra y literatura del siglo XX y Los ángeles también cantan.

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