La Red de Editoriales Independientes Cubanas (RedECI) se encuentra participando en el Congreso de la LATIN AMERICAN STUDIES ASSOCIATION (LASA) de este 2023 en Vancouver, Canadá. Desde el pasado 24 hasta el próximo 27 de mayo, la RedECI presentará un stand físico y virtual en dicho evento.
A raíz de esta primera aparición pública, la Red ha decidido presentar una nota en la que declara su origen y objetivos, así como el contexto en el que ha surgido esta iniciativa y los conflictos con los que debe lidiar. “Nos une la necesidad fundamental de narrar y pensar la isla desde su interioridad trascendente y desde los múltiples centros que corresponden a nuestra circunstancia”, declaran en el texto.
Asimismo, formulan sus pretensiones intelectuales y económicas, pretendiendo seducir a lectores de distintas procedencias, no solamente cubanos: “Aspiramos también, por supuesto, a conquistar al público local --vale decir, español, mexicano, latino, etcétera--, que es otro modo de llamar a esa entelequia todavía más enigmática que es “el público internacional”’.
De esta forma, Árbol Invertido ha querido compartir íntegramente la nota con sus lectores, procurando dar a conocer todos los detalles de esta iniciativa:
Entre Escila y Caribdis: la Red de Editoriales Cubanas Independientes (RedECI)
Ante la doble problemática de, por un lado, el exilio o la emigración, la censura y la persecución en Cuba, y, por otro, los desafíos globales de la industria del libro, incluidas la preeminencia de los grandes monopolios y la multiplicación indetenible de disímiles plataformas y soportes para la información y la lectura, surge la Red de Editoriales Cubanas Independientes (RedECI).
Con identidades distintas, que van desde la práctica literaria más contemporánea hasta la recuperación crítica de archivos o la investigación académica, los sellos que confluyen aquí se ocupan del campo cultural cubano, y lo hacen, todos, fuera de los cauces de legitimidad y circulación del Estado. Espectro de singularidades más que grupo homogéneo, la RedECI se propone imaginar Cuba desde esa diversidad de perspectivas, posiciones intelectuales y registros estéticos.
En el caso de la edición independiente cabe decir, con absoluta precisión, aquello que advirtió en su momento Roberto Calasso: “los tiempos siempre son difíciles”. Pero es justamente esa dificultad --la de no contar, por ejemplo, con los beneficios de un mercado nacional, ni con el respaldo de un sólido entramado legal e institucional, sino más bien con la animadversión de esas estructuras correspondientes a un poder totalitario-- lo que suele animar estos proyectos: marginales, recursivos, flexibles e indóciles por naturaleza.
Nos une la necesidad fundamental de narrar y pensar la isla desde su interioridad trascendente y desde los múltiples centros que corresponden a nuestra circunstancia --la de la cultura cubana-- trasnacional. Desde la Mitteleuropa y la Europa Occidental, desde el corazón de México o los Estados Unidos, convergemos asimismo en la búsqueda de un porvenir democrático y fecundo para Cuba.
Digamos que, si los libros de una editorial deberían leerse, idealmente, como un libro único, y si el Universo tiene la forma de una biblioteca, como imaginó Borges, la RedECI pretende articular una parte significativa de los empeños que hoy --en medio también de las múltiples precariedades de cada contexto específico-- enriquecen el estante de lo cubano.
Creemos que en esa solidaridad --simbólica y práctica; intelectual y empresarial; política, en resumen-- radicará buena parte de la fuerza imprescindible no solo para garantizar la supervivencia de estos proyectos, sino para hacerlos crecer, vigorizarse, proliferar… Confiamos también en la posibilidad de que el campo editorial cubano independiente del poder isleño se amplíe y se enriquezca con nuevos actores y organizaciones surgidos en cualquier parte del país y su diáspora.
Nos proponemos también imaginar todas las vías posibles para acercar nuestro trabajo a los lectores cubanos, dentro o fuera de la isla. ¿Qué efecto tiene un libro que se lee bajo la sombra ominosa de la violencia y el totalitarismo? Sabemos que un libro puede ser “un rasguño en la piedra” y, a la vez, “la explosión de una catedral”.
Aspiramos también, por supuesto, a conquistar al público local --vale decir, español, mexicano, latino, etcétera--, que es otro modo de llamar a esa entelequia todavía más enigmática que es “el público internacional”. Pretendemos estrechar vínculos con circuitos, eventos e instituciones tanto del mercado global del libro como del ámbito académico.
Para ello esta se constituye en una red de colaboración intelectual, enfocada en la reflexión sobre Cuba --aunque no solo-- y en el viejo oficio de la edición, pero igualmente para la circulación y distribución de contenidos en diversos formatos.
Hemos dicho al principio que nos define una condición intersticial: dispersos en el Cosmos, sí, pero al mismo tiempo situados entre Escila y Caribdis. Entre la isla y el mundo. La red es una metáfora para ese punto múltiple de singularidad en que estamos. Es una protección contra el naufragio individual y, acaso, la oportunidad de sacar provecho “del agua por todas partes”.
*Integran la Red de Editoriales Cubanas Independientes: Almenara, Betania, Bokeh, Casa Vacía, Deslinde, Hypermedia, Ilíada Ediciones, InCUBAdora, Rialta Ediciones y Verbum.