El Decreto-Ley 35 vuelve a ponernos ante la cotidiana y larga disyuntiva de la verdad o la mentira, de la realidad o la propaganda, de la voz o la mordaza.
Las plagas de Cuba —dice el autor— son responsabilidad de todos los cubanos, en especial de aquellos que impiden la “salida” de su pueblo hacia la libertad.
Ante el agravamiento de la crisis en Cuba —dice el autor— se obliga al sacrificio de todo un pueblo para mantener el poder de unos pocos y reciclar un modelo que “no funciona ni para nosotros mismos”.
¿Qué pensarán de Cuba, de nosotros los cubanos, o del Gobierno... otras naciones al leer que un artista [en Cuba] se considera poco confiable, contrario a su Patria, o incluso traidor, cuando se encuentra con otro compatriota y comparten...?
"No podemos aceptar ni ver con normalidad, o con indiferencia —dice el autor— esas campañas que crispan, descalifican y llaman al enfrentamiento entre cubanos. La vida es una prioridad. La paz es una prioridad. El cambio es una prioridad".
8vo Congreso del PCC en Cuba: entre la crisis total de la sociedad cubana, el relevo generacional y la necesidad de "propuestas éticas, posibles y sustentables" para el país.
El caso de la periodista Karla Pérez, a la que violando sus derechos se le prohibió la entrada al país, es analizado a la luz de la actual Constitución y del carácter inviolable de la condición de cubano para todo aquel que ha nacido en Cuba.
Prensa que miente pierde su vocación y desprestigia su misión cuando se hace tan patente y demostrable su mentira. El país pierde. ¿Cómo evaluar a la prensa cubana según este principio de la verdad?