El año pasado varios medios comentaban la salida del primer número de Alas Tensas, revista feminista cubana, que vino a abrir un nuevo camino para las reivindicaciones de la mujer. Y ya, en este mes de octubre, el proyecto celebra su primer aniversario con la publicación del número 5. En esta nueva entrega, Alas Tensas ofrece una diversidad de contenidos novedosos.
“Voz-otras”, sección de estudios y reflexiones, abre con tres importantes textos. El primero es un ensayo profundo y sumamente útil, de la escritora y realizadora audiovisual Oneyda González, que hubiera hecho muy feliz a Mariblanca Sabas Alomá, de poder leerlo nuestra gran precursora. Reflexiona Oneyda, a partir de escritos de María Zambrano, sobre el derecho y también el deber que asiste a la mujer de “esgrimir la palabra”, “dar la queja”, para aportar al progreso social y no sufrir el embotamiento intelectual al que somete el patriarcado. Oneyda ejemplifica con la vida y la obra de dos notables intelectuales, precisamente, nuestra Mariblanca y la venezolana Teresa de la Parra.
En “Algo raro en Flores raras”, Irela Casañas se cuestiona la falsa moral y la censura de la televisión cubana a la película Flores raras, cuando fue transmitida, pero con omisiones de las escenas homoeróticas de esta historia de amor entre la arquitecta carioca Carlota de Macedo Soares y la poeta estadunidense Elizabeth Bishop.
“No eran las tres de la tarde ni se llamaban Lola. Violencia de género entre silencios y olvidos”, de Juventina Soler, tal como su título deja traslucir, es una excelente crónica sobre los feminicidios en Cuba, la convivencia a nivel del barrio con estos hechos de violencia y el silencio de los medios. Dice Juventina: “El feminicidio y la violencia son cotidianos. Todos llevan y traen estas historias vividas o contadas por otros, aunque los múltiples silencios que rodean a las víctimas es la condición que más duele.”
La sección “Vidas” presenta en esta oportunidad las historias de dos mujeres casi anónimas, de las muchas que integran nuestro sacrificado y precioso pueblo. En “Adriana y La Virgen de Júcaro. Un milagro bajo el huracán Irma”, Ileana Álvarez y Francis Sánchez nos relatan cómo, mientras cubrían un probable milagro de la Virgen de la Caridad en la costa norte de Cuba, descubrieron a una mujer de carne y hueso, heroína consagrada a alimentar y prestar auxilio a los desamparados. “Iqui, la makarenka”, entrevista de Maylén Domínguez, nos acerca a una maestra jubilada, de expresión muy desenfada, quien rememora sus sueños, frustraciones y desafíos por oponerse a los estereotipos machistas en un pueblo rural.
En la sección “Escrituras”, reservada para obras y estudios literarios, esta vez la revista se viste de lujo con la poesía de Lourdes Gil (textos dedicados a diferentes mujeres, reales o de ficción), Ivonne Sánchez (versos ilustrados además con sus pinturas) y Lilliam Moro, que publica un poema en homenaje a la birmana Aung San Suu Kyi, defensora de los derechos humanos y Premio Nobel de la Paz. Esta sección literaria se completa con el ensayo “La Avellaneda en Martí: del juicio sombrío al testimonio de luz”, firmado por Ileana Álvarez, directora de la publicación, donde se plantea la incomprensión de La Avellaneda por parte de José Martí, y afirma: “A mi modo de ver, La Avellaneda, tanto en la creación literaria como en su actuar en la esfera pública, violaba preceptos y estereotipos patriarcales, de los cuales Martí no había podido liberarse”.
“Matrias”, sección dedicada a la historia, trae “El primer divorcio legal en Cuba”, de José Gabriel Quintas, que describe cómo nuestra isla se convirtió en el primer país de América Latina donde fue aprobada una ley de divorcio (1918), un derecho logrado por el rico y activo movimiento feminista de la isla en esos años. Además, podemos leer en esta misma sección, de José Abreu Cardet, “Mujeres en la defensa del imperio (Cuba, 1868-1878)”, trabajo polémico que pone de relieve a figuras olvidadas del período de nuestras guerras de independencia, por unirse con su ética y su valor a la causa equivocada, la del imperio español.
Una entrevista, de la periodista española Diana Fernández Romero, a Ileana Álvarez, directora de Alas Tensas: “Los medios oficiales cubanos ocultan la violencia de género”, es quizás el plato fuerte de este número, en la sección “Diálogos”. Ileana expone sus criterios sobre la necesidad del feminismo, sobre la violencia de género, así como la complicidad de los medios oficiales con injusticias de las que no se hacen eco, entre otros temas de interés y polémicos.
Por último, la sección “Afiladeros”, reproduce o resume artículos publicados en otros medios y en el mismo blog de Alas Tensas, como “Wireless. Esperas en apagones de huracán”, de Irela Casañas. Aquí encontramos información sobre el envejecimiento poblacional en Cuba, los problemas demográficos que se prevén para la isla en unos diez años (“2030: ¿El año del desastre?”), las contradicciones que han existido entre la doctrina socialista y los postulados feministas en Cuba desde 1959, y la presencia de las mujeres en las elecciones asamblearias nacionales, entre otros temas. Se destacan, además, sendas reseñas sobre el documental “En el cuerpo equivocado”, de la realizadora Marilyn Solaya, y sobre el proyecto “Musas inquietantes”, de la escritora Juventina Soler, en que se unen educación, cultura y activismo social.
Cierra Alas Tensas con una promoción de audiovisuales realizados por este proyecto y que pueden encontrarse en su canal de Youtube, como Nace Alas Tensas (Ileana Álvarez resume el primer editorial de la revista), Una palabra rara (entrevista a la escritora Leydi Vidal), Violencia de género (infografía estadística sobre este flagelo en Cuba), Envejecer (una historia de vida) y Ellas toman café (Masiel Mateos da a conocer su poesía y habla de incomprensiones).
Toda la revista se ilustra con fotografías de notables artistas cubanos, entre las que sobresalen varias muy sugerentes del avileño-camagüeyano Gustavo Pérez.
Me siento orgullosa de que las realizadoras —y los realizadores— de Alas Tensas hayan pensado en mí para integrar el Consejo de Redacción. Este es un proyecto que entusiasma, invita a caminar, y si es posible hasta volar, a quienes podemos sentirnos apocados por las circunstancias, en pos de los ideales de equidad.