A pesar de haber sido demostrados sus efectos nocivos sobre el medio ambiente, la producción de plástico en el mundo es todavía masiva. Ya no solo podemos encontrarlos en nuestros océanos y tierras en grandes cantidades, sino también en sitios tan impensables como el cielo. Así lo ha confirmado Hiroshi Okochi, profesor de la Universidad de Waseda, en Japón, quien señaló que también existen microplásticos en las nubes.
Varios investigadores han hallado caucho y distintos tipos de polímeros en el agua de las nubes que rodean el monte Ōyama y el monte Fuji, la montaña de mayor altura en todo Japón. Su estudio, publicado en la revista Environmental Chemical Letters, se une a un gran número de pruebas que demuestran que la contaminación por plásticos se ha infiltrado en la mayoría de los ecosistemas del planeta.
“Los microplásticos en el aire se degradan mucho más rápido en la atmósfera superior que en la tierra debido a la fuerte radiación ultravioleta; esta libera gases de efecto invernadero y contribuye al calentamiento global”, explicó el profesor Hiroshi Ohochi, “Como resultado, los hallazgos de este estudio pueden utilizarse para tener en cuenta los efectos de los microplásticos en futuras proyecciones del calentamiento global”.
Los investigadores, que escalaron ambos montes japoneses con el fin de investigar la composición acuosa de la niebla que envuelve sus picos, determinaron de manera irrefutable la existencia de este material en las nubes.
Cada litro de agua de nube contenía entre 6,7 y 13,9 partículas de plástico. Según estos especialistas, eran abundantes los polímeros "hidrófilos" o amantes del agua, lo que sugiere que estas partículas se han involucrado rápidamente en la formación de nubes y, por tanto, en los sistemas climáticos.
La presencia de plásticos diminutos en las nubes amenaza con contaminar "todo lo que comemos y bebemos", afirman los especialistas.
¿Cuánto plástico se produce a nivel mundial?
De acuerdo a los especialistas, se han podido encontrar diferentes variedades de plástico en el interior de peces en las zonas más profundas del océano, en el hielo marino del Ártico o cubriendo la nieve de las montañas de los Pirineos, cadena montañosa ubicada entre Francia y España. Aun así, continúa sin saberse a ciencia cierta cómo funciona el transporte de estas partículas.
Para 2023, se ha calculado que la humanidad produce más de 430 millones de toneladas de plástico al año, dos tercios de las cuales son productos de vida corta que en poco tiempo se convierten en desechos. Esta cifra, como ha venido ocurriendo desde hace años, tiende a aumentar.
Estos residuos inundan los océanos, intervienen en la cadena alimenticia del reino animal y, ahora (acaso desde hace mucho) contaminan el agua de las nubes. Según los especialistas, se desechan cada año más de 280 millones de toneladas de productos plásticos, principalmente de vida corta.
Para 2020, China era el mayor productor de este material, generando el 31% del plástico del mundo. Los países de América del Norte (Canadá, Estados Unidos y México), producen alrededor del 19%, mientras que en Europa se fabrica el 16% del plástico utilizado en el planeta.