Hace un par de años escribí para alguno de los nichos del Centro Virtual Cervantes acerca de un tema que desde siempre me ha apasionado, el de la traducción endogámica, es decir, dentro del propio idioma, y ya entonces me ocupé en él de los deficientes conocimientos anatómicos de un gran poeta de la lengua castellana. Pero vayamos por partes y con los pasos contados.
Hay un poema justamente famoso de Mario Benedetti, que se titula “Táctica y estrategia”, y que dice así:
Hubo una vez una call girl en Madrid que se anunciaba con uno de los versos de este poema de Benedetti. No les invento, conservo el ejemplar de la Guía del Ocio donde puede leerse "Mi táctica es quedarme en tu recuerdo", y a continuación el nombre de la profesional del amor, Sandra, y su número de teléfono. Y no sean malpensados, no la llamé, aunque me hubiese gustado conocer su trasfondo cultural: no todas las call girls del mundo pregonan su mercancía con endecasílabos de una perfección como de Quevedo.
Lo cierto es que un buen día encontré ese poema en una postal que compré en el puerto de San Sebastián, en un quiosco (un vasco escribiría kiosko) donde el tarjetero la ofrecía entre otras más geográficas y paisajísticas. Sólo que el texto se había modificado. Allí decía lo siguiente:
Creo que se nota la diferencia : Además de que por razones de espacio se han suprimido los renglones vacíos donde el poema respiraba, y de que hay una vez donde "táctica" se convierte en "técnica", que tiene el mismo número de letras pero significa algo muy diferente... además, digo, se ha cambiado el voseo por el tuteo: ya no es "aprender como sos / quererte como sos" sino "aprender como eres / quererte como eres", ya no es "saber que sos franca" sino "saber que eres franca". En una palabra, castellanizaron a Benedetti. ¡Por Dios!, como diría el maestro Mutis.
Desde luego, entiendo el argumento inevitablemente crematístico del fabricante español de postales que se prendó también él del poema de Benedetti y decidió sacarle partido comercial, eso sí, sin pagarle ni un centavo de derechos de autor al poeta uruguayo. Por supuesto que entiendo su argumento: los españoles no vosean, aunque bien que saben vocear, con "c" de cencerros. Así es que "vos no sos" sino "tú no eres". De acuerdo.
Pero ahora acerquémonos a la poesía del inalcanzable Gustavo Adolfo Bécquer, a sus Rimas inmortales, recordemos la número XXI:
E imaginemos qué pensaríamos y cuántos rayos y truenos soltaríamos si un fabricante de postales paisa, rioplatense o centroamericano, la imprimiese con este texto:
¡Por Dios!, como diría el maestro Mutis, y yo me adhiero, pese a mi agnosticismo y pese al supino desbarre de Bécquer en oftalmología, llamándole pupila a lo que a todas luces es el iris.