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Dagoberto Valdés Hernández

Dagoberto Valdés.

(Pinar del Río, 1955). Ingeniero agrónomo. Trabajó como yagüero (recolección de hojas de palma real) durante 10 años. Dirigió el Centro Cívico y la revista Vitral desde su fundación en 1993 hasta 2007. Fue miembro del Pontificio Consejo “Justicia y Paz” desde 1999 hasta 2006. Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia y su Director. Premios: “Jan Karski al Valor y la Compasión” 2004, “Tolerancia Plus” 2007, A la Perseverancia “Nuestra Voz” 2011 y Premio Patmos 2017. Reside en Pinar del Río.

 

"Para poder alcanzar una interdependencia sana, a pesar de las diferencias, cada nación tiene el más valioso capital: la persona humana".

Uno de los fenómenos que mejor expresa el analfabetismo ético y cívico en Cuba es lo que se ha llamado “la banalización del mal”.

En la actual situación crítica de Cuba, un tema que atraviesa los demás ámbitos de la vida: las transformaciones culturales que dominan la cultura cubana.

Cuba está en una crisis terminal. Es necesario tener la visión y las propuestas actualizadas para el proyecto de nación cubana que deseamos reconstruir.

Uno de los castigos menos conocidos y más utilizados para aislar a las víctimas de los totalitarismos y autoritarismos es el de la soledad moral.

Exponemos 10 técnicas aplicadas por regímenes autoritarios o populistas para manipular a las masas a partir del uso de la psicología.

El hundimiento del remolcador 13 de marzo es un doloroso hito de nuestra historia reciente. Ahora, otro hecho llena de muerte los mares de la Isla.

La crítica situación límite de Cuba ha abierto la voluntad de muchos para contribuir con ayuda humanitaria con sentido de emergencia.

Todo el mundo en Cuba, o casi todo el mundo, queremos cambios hacia la democracia. Cambiar es indispensable. Pero el cambio no lo trae todo consigo.

"...Los nuevos tiempos en el desarrollo de la conciencia universal reprueban el recurso a la violencia..."

"La vida de los cubanos empora por días. Son 60 años de acumulación de sufrimientos, crisis y privación de la libertad".

Los debates suscitados por el Código de Familia han puesto una pregunta esencial sobre la mesa: ¿qué es primero: la ley o la libertad de conciencia?