El tema de las elecciones está muy presente por estos días en Cuba, en la calle, y asimismo en los medios de prensa, tanto impresos como digitales, desde diversas perspectivas. Mientras, las miradas internacionales se concentran en los posibles resultados del primer proceso electoral que se realiza en la isla después del fallecimiento de Fidel Castro.
Medios oficiales de Cuba coinciden en varios puntos: tratan de demostrar la transparencia y democracia que le adjudican al proceso, acudiendo a declaraciones de votantes que explican sus motivaciones para acudir a las urnas, con palabras que en la mayoría de los casos son consignas aprendidas a través de todos estos años.
Según la Comisión Electoral Nacional, el 85.94 por ciento de los ciudadanos con derecho al voto lo ejercieron en la jornada del 26 de noviembre, en la que pudieron elegir a los delegados de cada circunscripción para las asambleas municipales del Poder Popular.
Esta es la primera vuelta de las elecciones generales de la Isla, en las que deben salir electos 12 515 delegados a lo largo de todo el país.
Las redes sociales en torno al tema abundan con fotos, declaraciones de jóvenes que eligen por vez primera, ancianos, disímiles historias que buscan promover el sentimentalismo y en pos del mantenimiento del sistema político.
En otras publicaciones como El Toque aparecen comentarios de colaboradores en los que se muestran varias aristas del tema: la perspectiva de la abstención como un derecho que parece olvidado aquí, la desconfianza en el sistema electoral cubano y la necesidad de reformas y cambios para su mejor funcionamiento.
Algunos medios también refieren que las elecciones están orientadas a mantener el orden del socialismo y no dan cabida a la oposición. Así, debido a múltiples estrategias de represalia, organizaciones como “OTRO18, Candidatos por el Cambio y el Partido Autónomo Pinero, fracasaron en su intento de nominar unos 550 candidatos”, según El Colombiano.
Se destaca la convocatoria realizada por el grupo opositor Cuba Decide que llamó a anular las boletas escribiendo la palabra “plebiscito”.
El Nuevo Herald señala que Rosa María Payá, líder de ese movimiento, anunció en su cuenta en Twitter que “los promotores de esta campaña lograron entregar la solicitud en tres colegios electorales de Santiago de Cuba y en otros tres del distrito de Boyeros, en La Habana.”
Después de los datos preliminares ofrecidos por las autoridades electorales, un artículo en El Toque hace un análisis de las cifras ofrecidas, y alega que esta ha sido la participación en los comicios con peores números en los últimos 40 años, ya que por primera vez más de 1.2 millones de cubanos no asistieron a las votaciones y se contabilizan 622 mil votos invalidados.