Cuba ocupa un lugar aparte en la prensa latinoamericana. Periodistas, académicos y observadores extranjeros llevan décadas intentando descifrar cómo funcionan las relaciones entre el estado, los ciudadanos y quienes intentan informar sin permiso oficial. Mientras en Europa plataformas como los mejores casinos con bono en España cambian las reglas del entretenimiento digital, en la isla el internet llega con cuentagotas y los medios siguen un camino distinto, marcado por la economía y la política local. Tres temas permiten entender qué pasa hoy en Cuba: el periodismo que no depende del gobierno, los libros que escriben los cubanos y la gente que defiende el medio ambiente o los derechos civiles.
El Periodismo Independiente en Cuba
Hacer periodismo fuera de los medios del estado cubano no es fácil. Desde 2019, varios sitios web independientes han logrado mantenerse a flote pese a los problemas de conexión y la presión de las autoridades. El Toque, 14ymedio y Periodismo de Barrio publican reportajes sobre economía, vida cotidiana y problemas ambientales que no aparecen en la prensa oficial.
Quienes trabajan en estos medios no tienen carné de periodista ni reconocimiento legal. Eso significa que pueden ser detenidos, que les quiten sus teléfonos y computadoras, o que les prohíban salir del país. Reporteros Sin Fronteras y el Comité para la Protección de los Periodistas llevan la cuenta de estos casos. Muchos de estos medios tienen sus servidores fuera de Cuba y parte del equipo trabaja desde Miami, Madrid o Ciudad de México.
Cuando llegó el internet móvil en diciembre de 2018, algo cambió. Los precios siguen siendo altos para lo que gana un cubano promedio, pero las redes sociales abrieron un espacio donde la gente discute, se queja y comparte lo que ve.
Literatura Cubana Contemporánea
Los escritores cubanos nacidos en los ochenta y noventa hablan de cosas que sus padres literarios evitaban o mencionaban de lado: irse del país, estar en contra del gobierno, ser gay o lesbiana, criticar sin metáforas. Editoriales pequeñas como Rialta y Hypermedia Magazine sacan libros que nunca pasarían por las editoriales del estado.
Los cubanos que escriben desde el exilio y los que siguen en la isla mantienen una conversación complicada. Autores que viven en Madrid, Ciudad de México o Miami publican, ganan premios y participan en ferias del libro mientras sus obras circulan en Cuba por vías informales. El premio Alfaguara y el Herralde han reconocido a escritores cubanos en los últimos años, lo que les da visibilidad fuera del circuito habitual.
La crónica y el testimonio están de moda. Textos que cuentan cómo es un día normal en La Habana, qué se come, cómo se resuelve la falta de todo, encuentran lectores dentro y fuera de la isla. La línea entre periodismo y literatura se vuelve borrosa.
Ecología y Medio Ambiente
La isla tiene problemas ambientales serios que la prensa oficial menciona poco. El mar se come las costas y amenaza pueblos enteros. Los corales se blanquean y mueren. Cuando pasó el huracán Ian en 2022, quedó claro que la infraestructura cubana no aguanta los golpes del clima.
En la Ciénaga de Zapata y la Sierra Maestra hay proyectos de conservación donde trabajan juntos vecinos de la zona y organizaciones de otros países. Durante los años más duros del Período Especial, cuando no había fertilizantes ni pesticidas, muchos campesinos aprendieron a cultivar sin químicos. Eso convirtió a Cuba en referencia para la agricultura ecológica, aunque la crisis de energía reciente empuja a la gente a cortar árboles para cocinar.
El activismo ambiental existe pero tiene poco espacio. Grupos como Cubanos en Defensa de los Animales hacen trabajo de base y usan las redes sociales para difundir lo que hacen. De la misma forma que compañías como Pragmatic Play buscan nuevas maneras de funcionar en su industria, estos colectivos inventan formas de organizarse que funcionen en Cuba.
Derechos Humanos y Sociedad Civil
El 11 de julio de 2021 cambió algo. Miles de personas salieron a protestar en decenas de ciudades y pueblos. No había pasado nada igual desde 1994. El gobierno respondió con detenciones masivas, juicios rápidos y condenas que las organizaciones de derechos humanos consideran excesivas.
El Movimiento San Isidro apareció en 2018 como un grupo de artistas y activistas que chocaron con las reglas culturales del gobierno. Desde entonces, sus miembros han vivido vigilados, arrestados en sus casas y atacados en la televisión estatal. Cuando el artista Luis Manuel Otero Alcántara hizo huelga de hambre, el caso llegó a la prensa internacional y abrió debates sobre qué puede y qué no puede hacer un artista en Cuba.
Organizaciones como Cubalex y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos documentan casos de represión desde fuera del país, porque dentro no pueden funcionar legalmente. Sus informes llegan a Naciones Unidas y a otros foros donde se discute la situación cubana.
Perspectivas y Debates Actuales
Lo que pase con la prensa y la cultura en Cuba depende de varias cosas: cómo siga la relación con Estados Unidos, qué resulte de las reformas económicas que empezaron en 2021 y cuánto mejore o empeore el acceso a internet.
Temas que siguen de cerca quienes estudian Cuba:
- Cuánta gente se va y cómo afecta eso al país
- Si los pequeños negocios privados (MIPYMES) permiten que surjan proyectos culturales independientes
- El dinero que mandan los cubanos de afuera para financiar periodismo y arte
- Cómo reacciona el gobierno cuando la gente se organiza de nuevas maneras
- Qué pasa con los pueblos costeros y la agricultura cuando sube el mar y cambia el clima
- Las herramientas que usa la gente para conectarse y saltarse los bloqueos
- Los premios y reconocimientos que reciben artistas y escritores cubanos en el extranjero
Entender Cuba requiere evitar las versiones simples. Ni lo que dice el gobierno ni lo que dicen sus críticos más duros cuenta toda la historia. Lo que escriben los periodistas independientes, los novelistas y los activistas ayuda a ver una parte de lo que pasa, sin pretender que sea todo.
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