“Responso por un niño suicida” es un poema (décimas, en versos alejandrinos) dedicado al suicidio de un niño, en voz del autor, de su libro Luces de la ausencia mía.
RESPONSO POR UN NIÑO SUICIDA
A la memoria de Yuri
¿Qué burbuja de sangre y silencio te eleva
a través del sol lejos, hacia un infierno dulce?
Ojalá ya un flautista a mí también me expulse
de este universo, como el que ahora te lleva.
Mis sueños en manada tras una canción nueva
hipnotizados huyan de puertos y ciudades.
Rojas, soñadas frutas: ¿qué árbol de qué verdades
ampara a los suicidas? Sentado en una rama
alta, frágil y espesa, velas cómo una llama
torcida crece a costa de nuestras propiedades.
Desde donde estés, mírame. Con tus ojos, se alfombre
la plomiza memoria de mis rabias y ruidos.
Diluías en espuma tus manchas, tus sentidos,
le quitabas a Dios letra a letra su nombre
condenando las puertas que van del hombre al hombre.
Mi alma jamás aprenda a sentirse segura.
¿Con qué temblor, con qué corpulenta blancura
ya entrabas a la vida, que hirió tus ojos tanto?
Préstame sólo un poco de ese divino espanto
para no acostumbrarme a andar en la espesura.
(Seguir el Podcast "Voces de la Literatura", de Ediciones Deslinde)