El pasado 10 octubre, Donald Trump, en ese entonces candidato a la presidencia de Estados Unidos, manifestó una parte de la estrategia antiinmigrante que quiere desplegar durante su mandato: “Invocaré la de Enemigos Extranjeros de 1798 con el objetivo de desmantelar cada red criminal que opere en suelo americano”.
El mandatario afirmó que esto le daría “una tremenda autoridad a su gobierno” y facilitaría “remover a todos los miembros de pandillas conocidos o sospechosos, traficantes de drogas o miembros de carteles en Estados Unidos”. Trump lanzó estas advertencias en un mitin en Aurora, Colorado, una ciudad que ha descrito como “una zona de guerra” por la supuesta acción de personas inmigrantes.
La amenaza de aplicar esta ley es una muestra de hasta donde el presidente está dispuesto a forzar mecanismos para sustentar su política xenófoba y promover una narrativa distorsionada sobre las comunidades inmigrantes. Aquí te contamos todo.
¿En qué consiste esta ley?
The Alien Enemies Act o Ley de Enemigos Extranjeros fue aprobada en 1798 debido a un conflicto con Francia conocido como la cuasiguerra. Según el Brennan Center, la norma faculta al presidente para detener y deportar a personas no ciudadanas en tiempos de guerra declarada o si el presidente decreta que ha habido una “invasión” o “incursión depredadora” por parte de una nación o gobierno extranjero.
Esta ley afectaría a “todos los nativos, ciudadanos, residentes o súbditos de la nación o gobierno hostil, que sean mayores de catorce años y que no estén realmente naturalizados”.
Durante sus 226 años, esta ley se ha aplicado en tres ocasiones: en la guerra anglo-estadounidense de 1812 y luego en la dos Guerras Mundiales. Es decir, contextos bélicos declarados. Aún así, su empleo ha sido duramente criticado debido a que se usó para apresar en campos de concentración a personas de origen japonés, alemán e italiano.
¿Puede Trump aplicarla para deportar a personas inmigrantes?
En principio, no parece realista poder aplicarla teniendo en cuenta que las organizaciones criminales que señala Trump no son gobiernos extranjeros y que la inmigración no puede considerarse como una incursión depredadora o una invasión. Según el Brennan Center, los tribunales federales ya han desestimado casos en los que algunos estados argumentaban la existencia de invasiones de inmigrantes que el gobierno federal no detuvo.
Sin embargo, el panorama es complejo. La misma institución señala que los tribunales en realidad no fueron contundentes en decir que, en efecto, no existía la invasión. Se limitaron a esgrimir que “no tenían ningún rol institucional para opinar sobre si existía o no”.
En otras palabras, esto significa que no lo consideran un problema judicial sino ejecutivo y que el Congreso y la Presidencia son las instituciones que deben decidir. No ha habido una oposición sustancial del máximo organismo de justica en el asunto.
Sumado a esto, un abogado de la primera administración de Trump explica a CNN que los funcionarios pudieran intentar argumentar que ciertas naciones son efectivamente “estados mafia” donde el crimen organizado ha infiltrado al gobierno, lo que en su opinión sería un argumento sólido.
¿Por qué esta ley es tan peligrosa?
El presidente podría hacer deportaciones sumarias, sin juicio y sin sospechas fundadas de que la persona tenga nexos con el crimen organizado. Las expulsiones no tendrían garantías judiciales y “lo único que se permitiría es resolver tus asuntos antes de ser deportado”, explica un experto a CNN. No es el proceso típico en el que se activan garantías procesales en tribunales de emigración que pueden durar años.
El Brenan Center explica que esta norma “no le exige al presidente determinar ni siquiera creer que las personas no ciudadanas detenidas o deportadas representan una amenaza para la seguridad nacional. Solo basta con haber nacido o residido en el país incorrecto o tener un pasaporte de ese país”.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles y las dedicadas a la protección de los derechos de las personas inmigrantes son las que deberían estar atentas y defender los derechos humanos que se violen en el proceso.
¿Es cierto que hay una amenaza nociva del crimen organizado extranjero en Estados Unidos?
Un artículo de Los Ángeles Times informa que en Aurora, la ciudad que Trump señala como epicentro de mafias extranjeras, los índices de criminalidad están disminuyendo. “Aurora también es un ejemplo de cómo Trump ha sido capaz de valerse de casos reales pero aislados de violencia relacionada con inmigrantes para difamar a toda una comunidad”, explica el artículo.
El alcalde de la ciudad, Mike Coffman, asegura en un comunicado que las inquietudes sobre las pandillas venezolanas han sido enormemente exageradas. El artículo también cita al jefe la policía quien explica que hubo un repunte de índices de criminalidad que coincidió con la llegada de migrantes venezolanos, pero esa cifra ya se redujo en un 12%.
De hecho, un informe del FBI afirma que la tendencia a la baja en los índices de criminalidad es nacional y una ciudad santuario para los inmigrantes como Nueva York recoge una caída continuada desde hace años, según el diario El País. El propio medio cita un estudio de la universidad de Stanford que destaca que en los últimos 150 años los nativos han cometido más delitos que los inmigrantes.
Regresar al inicio