Marnia Briones es una artista cubana que ha profundizado en el trabajo con materiales reciclados para hacer verdaderas obras de arte ecológicas. Permacultora, yogini, artesana, Marnia es una creadora incansable que encuentra la belleza y utilidad en todo.
Con el proyecto "Mano verde" ha dedicado su tiempo a la reforestación y al cuidado medioambiental. Con "Marnia: Reciclaje, arte y transformación", su proyecto más personal, promueve la creación artística a partir del reciclaje. Como voluntaria de El Arte de Vivir en Cuba exhorta a asumir un estilo de vida saludable y consciente.
Cuando crea, los materiales con los que trabaja son disímiles y así puedes encontrar sus trazos en cuadros o acompañando la tela de ropa o bolsas, en artesanías… Desde el pequeño formato de una caja de fósforos hasta el mural, Marnia es flexible en formatos y formas y parecen gustarle los retos, pues no deja de sorprender con cada nuevo proyecto.
Su obra enfocada en la sostenibilidad, y su vida armoniosa con el medio ambiente, me parecieron un ejemplo a reseñar en esta columna. Te comparto a continuación una entrevista donde profundizamos en algunas aristas de su trabajo y motivación:
¿Por qué decides juntar la creación artística y el Reciclaje?
Bueno, te cuento que empecé en el reciclaje por escasez. Por la década de los 90.
No tenía lienzo donde pintar y comencé a usar la ropa vieja de mi casa, blusas, patas de pantalones, etc. Aún conservo algunas obras de esa época.
Entonces descubrí que en el mundo de los desechos hay un montón de posibilidades, me extendí al cartón, pedazos de madera como ventanas, muebles, etc.
Por el 2010, cuando empecé a vender en una tienda de arte y diseños, decidí llevar a objetos para el uso personal o la decoración lo que supuestamente era mi basura. Es una forma de siempre tener donde trabajar. Como cajas de fósforo decoradas, móviles de cartón, telas, bisutería, etc.
Una de las respuestas rápidas al reciclaje es que “es difícil” o “no tienes tiempo para hacerlo”, ¿es difícil para ti integrar el reciclaje en tu rutina?, ¿cuáles son los materiales que prefieres o los que más usas?
Ya lo tengo como una práctica, un medio de trabajo, es el soporte de la mayoría de mi obra. Y todo me parece útil.
Acá en Cuba reciclamos por necesidad, y estamos un poco acostumbrados a ello, pero no lo tenemos incorporado como algo que se deba hacer. Además se necesita que esto sea parte de una conciencia y hacer colectivo, pues para un individuo puede resultar difícil acumular basura sin sentido y sin saber mucho que hacer con ella.
El manejo de los residuos debe de ser una práctica colectiva y organizada por las instituciones encargadas de esto.
Para mí, los mejores materiales son todos.
Galería de obras de Marnia Briones
He visto en tu perfil que compartes mucha información sobre la historia del arte, así como algunas de tus obras, en todos los casos veo mucha diversidad de colores y formatos. Lo más reciente que vi fue tu trabajo en una bóveda en el cementerio, una tarea poco convencional que imagino supuso algunos retos. ¿Cuánto te gusta explorar tu posibilidades creativas? ¿Puedes contarme sobre tu experiencia en la obra del cementerio?
En mi perfil comparto información sobre la historia del arte en específico de las mujeres pintoras.
Me parece que le debemos un espacio, pues son desconocidas, marginadas, etc. Como si en la historia del arte no existieran mujeres, y hay miles, en todos las épocas, movimientos, ismos. En todos los tiempos hay mujeres artistas.
Sobre mi obra, trato de compartir todo lo que hago, y como pinto sobre cualquier soporte hay mucha variedad.
Sobre la bóveda en el cementerio, es un encargo. Esta persona que me hizo el encargo tiene enterrada a toda su familia allí, es una forma diferente de honrar a nuestros antepasados. Él quiere que sus familiares descansen rodeados de colores y belleza.
Para mí fue, estar allí, como romper con todo lo que arrastramos culturalmente sobre los cementerios. Hubo días que fueron desafiantes, pero es trabajo. Como creación fue hermoso pintar algo diferente.
En cuanto a explorar mis posibilidades creativas, me gustan los desafíos, las nuevas experiencias, lo de crear en espacios y formatos diferentes. Me motiva mucho y me da placer.
¿Puedes contarme sobre alguna obra que haya constituido un reto que recuerdes especialmente?
Todas en su momento son retos. Pero cuando tengo encargos muy grandes, son desafiantes, como, por ejemplo, cuando le pinté toda la ropa, sombreros y zapatos a los de Gigantería Habana. En el 2018 más menos.
Un Mural en una Clínica en Madrid, en el año 2000. Era lo más grande que había pintado hasta ese momento (3x5 metros) y fue un reto darle equilibrio a todo aquello.
Y 150 cajas de fósforos en blanco y plata para una boda. Imagínate conseguir 150 cajas de fósforos y pintar en dos colores…