"Este relato no va de mis madres y padres, este texto va de la maldición que vino a mí en octubre de 2014, cuando aquel padrino echó mano y sacó mi signo."
"El autor, en una sola frase, dinamita la colonización eurocristiana sobre el amor y el sexo, la moral bíblica de que el sexo es propiedad del matrimonio."
"Cuando íbamos ya saliendo de pase, que empezó el chistecito entre él y Anthony, yo le tiré una piedra que le partió la cabeza y se formó tremenda timba."