Dos días más tarde, papá todavía no había regresado. No sabíamos qué hacer. Los telegramas se demoraban una semana en llegar a Piloto, el pueblito donde él y Gerardo habían ido a comprar el puerco par...
Aquella fue una fiesta marcada por el mal agüero desde el principio, cuando comenzaron a aparecer las grietas que al cabo erosionarían a la familia. Pero en ese momento nadie lo sabía. Y susurrábamos ...