El intelectual cubano Roberto Zurbano, especialista en temas de raza, literatura y música, denunció este domingo en sus redes sociales el carácter racista de una presentación realizada por la escritora Laidi Fernández de Juan durante el festival humorístico Aquelarre, donde mostró unas décimas de la agrupación villaclareña El Club del Poste donde ridiculizan a las personas negras.
Zurbano, quien se ha desempeñado como vicepresidente de la Asociación de Escritores de la UNEAC, entre otros cargos en las instituciones cubanas, cuestionó que pese a la militancia feminista de Laidi Fernández de Juan, esta no fue capaz de cuestionar “el trasfondo homofóbico, machista y racista de buena parte de la obra de El Club del Poste y, en cambio, toma varias piezas para ilustrar su conferencia”.
En ese sentido, el escritor cuestionó que “el chiste racista, aunque naturalizado en nuestra cultura, daña tanto como uno machista u homofóbico, generando la misma opresión sobre el pecho y sobre la sociedad”.
El ensayista cubano analizó varios de los componentes racistas de la décima de El Club del Postemostrada por Fernández de Juan durante el festival Aquelarre, que pasa de mostrar una visión “elitista y arrogante” de la relación entre los vecinos del barrio de Pogolotti y la familia italiana que le dio nombre, a “empobrecer la figura nada provinciana de Regino Eladio Boti”.
De acuerdo con Zurbano, el tercer chiste dentro de la décima “es más común y reaccionario”, pues es una “mezcla de burla y molestia política anti-negra, que intenta zaherir y provocar resentimientos, fabricando rabia donde hay orgullo, boicoteando la resistencia crítica para tornar sospechoso cualquier reclamo de dignidad ante una eficiente maquinaria burocrática que solo produce disidentes o subalternos”.
El escritor y ensayista cubano también cuestionó la ponencia realizada por Fernández de Juan al señalar que reduce “el debate racial a un escarceo entre negros intelectuales” e irrespeta “la numerosa población negra que ocupa la mayoría de los barrios pobres, los peores trabajos, las cárceles, el mercado informal y la parte dura de la vida cotidiana allí, donde la pobreza abrasa negros, mulatos y blancos y no existen privilegios ni remesas con que atenuar los golpes del “sálvese quien pueda” y “ordénese quien tenga MLC”.
A continuación, Zurbano dijo que la mención que le hacen en el texto, con intención burlesca, no es a él a quien demerita, sino a quienes intentan silenciar el debate en torno al racismo en Cuba y lanzaron una ofensiva en su contra debido a la publicación, en 2013, de un texto en The New York Times denunciando esta problemática en la Isla.
Roberto Zurbano también criticó al público del evento por reírse a carcajadas de los chistes discriminatorios, e insistió en que “que la nueva ola racista gana espacios que fueron tribuna del antirracismo como la sala Villena de la UNEAC, donde se sucedió una saga de importantes eventos y debates antirracistas durante los años noventa y al principio de este siglo”.
“Este tema alcanza una perversión tal que el discriminado, a menudo, pasa a ser culpable y se nos criminaliza o critica por denunciar. Ya sucedió una y otra vez, porque el castigo racial, como en la plantación, no prescribe”, añadió el intelectual cubano, que ha sido censurado en varias ocasiones por sus críticas al racismo en Cuba.
Aunque dijo que su publicación no alberga una intención punitiva, pidió responsabilidades a quienes permitieron la divulgación de esos chistes, portadores “de un racismo inconcebible años atrás en la propia UNEAC”.
“Si se permite esta afrenta, llegaran otros gestos y acciones más peligrosas y excluyentes. Acabemos de enfrentar el racismo sin tanto temor y juego de palabra. En la tradición del humor cubano la negra y el negro suelen salir malparados casi siempre, para no ser absoluto: también a la realidad se extiende esta farsa histórica”, agregó el intelectual cubano.
La escritora cubana Laidi Fernández de Juan, hija del fallecido poeta Roberto Fernández Retamar, afirmó en los comentarios a la publicación de Zurbano que el “contenido” del chiste es “discutible”, evitando calificarlo como racista y volviendo a desatar la indignación de varias personas que la recriminaron en los siguientes comentarios.
En cambio, numerosos intelectuales, artistas y académicos cubanos mostraron su apoyo a Zurbano, como fue el caso de la profesora Alina Bárbara López, la musicóloga Rosa Marquetti, el académico Alexei Padilla, el periodista Joaquín Borges Triana y la jurista Deyni Terry Abreu.
“No se trata aquí de una décima racista anónima, de las muchas que se han difundido a lo largo de nuestra historia, sino de una creada por un grupo de intelectuales, analizada sin objeciones en un evento intelectual que se celebró en una institución que se considera a sí misma la representante oficial de la intelectualidad insular”, escribió Alina Bárbara López sobre el suceso.
La jurista Deyni Terry Abreu, presidenta de la Alianza Unidad Racial, dijo que “si en el año 2008, cuando no había un Programa Contra el Racismo y la Discriminación Racial, alguien escribió algo tan racista y lo saca hoy a la luz, es más grave. Está desafiando los derechos revisados y refrendado en la Constitución del 2019. Está diciendo que seguirán burlándose y mutilando a quienes llevamos la piel más oscura, pretendiendo asfixiarnos como a Floyd”.
En el año 2013 Roberto Zurbano fue expulsado del cargo de director del Fondo Editorial de la Casa de las Américas por su artículo publicado en The New York Times donde denunciaba que en Cuba había racismo.