El mes de octubre ha sido una prueba de fuego para el dramaturgo Yunior García Aguilera, quien desde el liderazgo la plataforma Archipiélago y la promoción de la marcha cívica programada para el venidero 15 de noviembre ha enfrentado una ola de ataques e interpelaciones del régimen cubano, que incluyen la citación legal, el acoso de la policía política, los medios y los ciberatacantes, y el sabotaje a su vivienda.
Sin embargo, el activista persiste en sus iniciativas ciudadanas y defiende sus puntos de vista en constantes publicaciones en redes sociales, las que en muy poco tiempo se convierten en tendencia entre cubanos.
“La bajeza es tal que nos han cortado los servicios de internet para que ni siquiera podamos defendernos desde nuestras redes. Pero no voy a victimizarme. El ingenio cubano también sabe cómo burlar estos bloqueos internos”, señaló hace poco en un post en Facebook en el que calificó los ataques del régimen como “una campaña cobarde de mentiras contra mí y contra los organizadores de la marcha”.
Si bien las acciones del poder totalitario de la isla contra el dramaturgo no constituyen hechos aislados, no cabe duda que García Aguilera es ahora mismo el principal blanco de la dictadura. La creación de un programa televisivo, Con filo, para intentar desacreditar a su persona, es una muestra fehaciente de este propósito. Como siempre, la retórica del discurso oficialista asocia los intereses de la marcha al dinero, un supuesto patrocinio de Estados Unidos y “alianzas” con otros líderes opositores cubanos, a los que califican de “terroristas”.
“Es obvio que nadie nos paga un centavo. Nadie sería tan idiota de enfrentarse a todo esto (y a la furia que vendrá) por dinero. Lo hacemos por convicciones, y eso tiene al poder desesperado. Tampoco nadie nos da órdenes desde ninguna parte”, respondió Yunior, y argumentó que “hay mentes maravillosas en este país y ya vamos aprendiendo a debatir y a encontrar consensos, sin falsas unanimidades, ni líderes máximos”.
“Lo que ellos llaman 'alianzas', no es más que un diálogo honesto con todos los cubanos, sin discriminar a ninguno. Ningún régimen volverá a decirnos jamás con cuál cubano podemos hablar y con cuál no. No vamos a reproducir su esquema de prejuicios, estigmas y satanizaciones”, declaró.
El estado cubano contra Yunior García
Pero el asedio de la prensa estatal contra Yunior no cedió a pesar de la cabalidad de las repuestas del artista. De preguntas capciosas lanzadas por periodistas de varios medios y publicadas en transmisión directa por el sitio Razones de Cuba, pasaron a la violación de varios derechos humanos y leyes de la Constitución cubana al sacar a la luz un audio —editado— de una conversión telefónica de García Aguilera.
El irrespeto del régimen por la privacidad de las personas tiene un nuevo capítulo en Yunior, como antes se hiciera con Luis Manuel Otero Alcántara o Tania Bruguera. En esta oportunidad se trata de una charla entre el dramaturgo y el exiliado Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia y calificado de terrorista por las autoridades cubanas, en el que este ofreció su ayuda a Archipiélago y el 15N.
Los periodistas, desde luego, utilizaron el material a su conveniencia, exponiendo los fragmentos que apuntalaran la teoría conspirativa vinculada al gobierno estadounidense y la acusación de “mercenario” y “asalariado del imperio”, con la que ahora también pretenden encasillar al dramaturgo y otros organizadores de la marcha.
No obstante, García Aguilera contestó desde Facebook que “Archipiélago ha rechazado incluso la recaudación de fondos entre sus miembros. Los únicos interesados en el dinero yanqui, ya sabemos quiénes son: los que en medio de la pandemia levantaron más hoteles que hospitales, los creadores de tiendas en MLC [Moneda Libremente Convertible], los que nos mintieron con aquello de que acabarían con la doble moneda”.
El artista, que ratificó su postura de condena al embargo de Estados Unidos a la isla, dijo haber manifestado esta opinión en un encuentro con Timothy Zúñiga-Brown, encargado de negocios de la Embajada del país norteño en La Habana.
“Dediqué la mayor parte del tiempo a exponer por qué no apoyo ninguna sanción que haga pasar hambre a la familia cubana y le sirva de excusas al Gobierno para justificar sus desastres. Jamás se habló aquella vez de Archipiélago o de la marcha. […] Justamente fue la necesidad de eliminar el bloqueo/embargo, el tema de nuestra charla en aquella ocasión. Ironías de la vida…", reflexionó.
En su escrito, el también miembro del movimiento 27N hizo un recuento de esos meses, entre noviembre de 2020 y enero de este año, en los que el régimen lo consideraba como una de las personas para un diálogo con autoridades del Ministerio de Cultura.
“A pesar de la vergüenza que provocan estos señores aferrados al poder, jamás perderé mi fe en mi país y en su gente. Aunque, para ser honesto, siento una pena inmensa por todo aquel cubano que aún no es capaz de detectar la mentira cuando la tiene delante", consideró García Aguilera y dijo que "el régimen anuncia abiertamente un crimen contra una generación hermosa, cuya DIGNIDAD (sic) se ha vuelto mucho más grande que sus miedos. Es por eso que el régimen jamás se sentaría con nosotros a dialogar. Ellos sí han mostrado su pánico al civismo, y lo hacen ejerciendo la violencia que los caracteriza".
“Es tiempo ya de decir lo que pensamos en voz alta”
En medio de estos ataques recrudecidos día tras día por la dictadura, Archipiélago ha dicho que continúa en su empeño de manifestarse pacíficamente el 15N, para exigir cambios democráticos en la nación y la libertad de todos los presos políticos del sistema. Recientemente hicieron un llamado a la comunidad internacional para participar en el evento, a lo que han respondido positivamente cubanos de más de 50 ciudades del mundo.
“El 15 de noviembre marcharemos sin odio. Estamos conquistando un derecho que jamás se nos ha respetado en 62 años de dictadura, pero vamos a conquistarlo con civismo. Todo el mundo estará mirando hacia Cuba ese día. Sabemos que el poder juega sucio, que da órdenes de combate contra su propio pueblo, que nos miente en la cara, que sería incluso capaz de infiltrar a sus paramilitares en la marcha para generar violencia y echarnos la culpa. Cada ciudadano deberá ser responsable de su conducta y defender la actitud pacífica y firme que hemos convocado”, expresó Yunior.
Hasta el momento, la manifestación cuenta con el apoyo de varias organizaciones pro derechos humanos en la isla, como el Consejo para la Transición Democrática en Cuba, el 27N y el Movimiento San Isidro, además de ONG como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Human Rights Watch y Prisoners Defenders.
“Apostemos por el coraje, la dignidad y la franqueza. Es tiempo ya de decir lo que pensamos en voz alta”, exhortó el dramaturgo y líder de esta iniciativa.
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